La obra literaria que analizamos a continuación fue escrita por el escritor existencialista Albert Camus en el año 1943 durante la Francia ocupada por los nazis tras la derrota y rendición oficial de esta nación en Junio de 1940, a los comienzos de la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Por las razones históricas mencionadas y por sus obvios y consecuentes problemas que supondría la censura del régimen colaboracionista de Vichy esta novela no pudo publicarse hasta dos años más tarde de haber finalizado la II Guerra Mundial. Por lo tanto, se da la curiosa circunstancia de que en el paasdo año se cumplió el 80 Aniversario de su creación pero no de su publicación que será en el año 2027. En este ensayo de literatura conmemoramos su creación a la par que intentaremos ofrecer unas claves de interpretación sobre el significado de la misma.
La peste es una novela del escritor argelino-francés Albert Camus (1913-1960). Esta obra fue publicada el 10 de junio de 1947. La trama de esta novela narra la historia de unos doctores que descubren el sentido de la solidaridad en su labor humanitaria en la ciudad argelina de Orán. Mientras esta es azotada por una epidemia de peste. Los personajes del libro, en un amplio abanico que va desde médicos a turistas o fugitivos, contribuyen a mostrar los efectos que una plaga puede tener en una determinada población. Se piensa que la obra está basada en la epidemia de cólera que sufrió la misma ciudad de Orán durante el año 1849 tras la colonización francesa. Aunque, en realidad, esta ambientada en el siglo XX. La población de Orán ya había sido diezmada por varias epidemias repetidas veces antes de publicar Camus la novela. Se trata de una obra fundamental de la literatura del siglo XX. A la par que también está considerada un clásico de la corriente literaria y filosófica del existencialismo. A pesar del rechazo de Camus a esta etiqueta…

Filosofía.
La novela conlleva una reflexión de tipo filosófico: el sentido de la existencia cuando se carece de Dios y de una moral universal. El narrador hace hincapié en la idea de que, en última instancia, el hombre no tiene control sobre nada, la irracionalidad de la vida es inevitable; así, la peste representa el absurdo, cuya teoría el mismo Camus ayudó a definir. Esta ausencia de sentido supremo es el “absurdo”, y es algo que aunque desconcertante es potencialmente positivo, puesto que las nuevas razones de la existencia serían cualquiera que vaya ligado a valorar la vida humana por sí misma y no por causas superiores a las personas (religiosas, ideológicas, etc.). La novela muestra este sentido de la existencia, libre y ateo, manifestado principalmente en el apoyo mutuo y en la libertad individual, enemistadas estas con la indiferencia y la autoridad. Este tema lo expondría de manera no literaria en el ensayo titulado “El hombre rebelde”.
Modelo literario.
El tono narrativo es similar al de Franz Kafka. Especialmente en su obra “El proceso”, en la que las sentencias potencialmente tienen varios significados, a menudo el material hace resonancia puntual como alegoría cruda sobre la conciencia de los eventos y la condición humana. Camus hace un homenaje oblicuo a El proceso en su segunda novela de “La peste”.
Sinopsis.
El narrador se presenta como un testigo de lo ocurrido durante la epidemia de peste que azotó a la ciudad de Orán, siguiendo los pasos de cada uno de los personajes que de una u otra forma estuvieron involucrados en lo que significó la enfermedad para el pueblo. El Doctor Rieux, médico de la ciudad, se sorprende tras la muerte de uno de sus pacientes, consultando a su colega el Dr. Castel. El cuadro clínico además de la aparición paralela de centenares de ratas muertas en las calles de la ciudad alertan a los médicos ante la sospecha de un posible brote de peste bubónica.

Análisis de la obra.
En esta novela Camus aborda un tema que no fue muy recurrente en sus obras anteriores: la solidaridad humana. Orán, ciudad argelina invadida por la peste (la enfermedad, el mal, la muerte, el absurdo del mal), encierra en sus terrenos a hombres que luchan contra ella y que están decididos a acabar con todo aquello que pueda entorpecer y denigrar la vida humana. Ejemplos de ello son el médico Rieux y su compañero Tarrou. Con La peste Camus lanza una de sus máximas fundamentales: “En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio” y niega rotundamente todo aquello, que teniendo un origen terreno o divino, sea capaz de producir sufrimiento al hombre. Una lectura más profunda lleva a algunos críticos a ver en la novela una crítica a la restricción de las libertades: ante la enfermedad, las autoridades van limitando los movimientos de sus habitantes para protegerlos, tal como dictaduras y gobiernos que prohíben las libertades individuales por el espejismo de un bien superior. A menudo se la lee como un tratamiento metafórico de la resistencia francesa a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45).
En el año 1943 los nazis invadieron la mal llamada “zona libre” de la Francia ocupada tras su derrota en junio de 1940. A partir de ese momento asumieron el control de la mitad meridional de Francia junto con la otra mitad septentrional que ya controlaban. Albert Camus declaró que las tropas alemanas “habían llegado como las ratas”. Por ese motivo las ratas constituyen la imagen central del comienzo de su clásica novela “La peste”; escrita en 1943 pero publicada posteriormente en el año 1947.El marco geográfico donde transcurrirá esta célebre novela es la ciudad argelina de Oran durante la primera mitad de los años cuarenta del pasado siglo XX. Se trata de la ciudad argelina del Mediterráneo donde el propio Camus había vivido durante un breve lapso de tiempo. En su novela es descrita como “la más común de las ciudades, un lugar sin palomas, sin árboles ni jardines… un sitio neutral”. El propio autor afirma al inicio de su novela que “Los extraños sucesos que conforman el drama de esta crónica tuvieron lugar en Orán en 194…”.
Nos hallamos en el clásico escenario de la tragedia griega. La propia ciudad de Oran es, de hecho, el personaje principal de la crónica descrita en esta novela. Constituye, además, su eje espiritual y el destino colectivo a manos de la devastadora acción de la naturaleza. Albert Camus tampoco nos oculta el hecho evidente de que la ciudad de Oran deviene una metáfora de la Francia Ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45). A la par que es presentada como una ciudad aislada y también apartada de la civilización por el letal efecto provocado por la inevitable peste nazi. Aunque, por contrapartida, Oran se convierte en el símbolo de la suprema prueba de la solidaridad frente a la muerte masiva en cualquier lugar del mundo.En su novela “La peste” no encontramos verdaderos protagonistas y tampoco nadie sufre una gran transformación espiritual a lo largo de esta obra. Tan solo podemos observar una serie de personajes de variable importancia que están conectados por el tema de la novela pero a los que no pueden considerarse representativos de un relato con intrigas entrelazadas. No resulta raro, por tratarse de una novela de Camus, que este grupo este formado en su totalidad por hombres del continente europeo. Así vemos que en esta ciudad “argelina” no parece que haya la más mínima huella de población árabe. Exceptuando una pequeña referencia a sus condiciones sanitarias.

En la mañana del 16 de abril, el Dr. Bernard Rieux dejó su consultorio y se topó con una rata muerta en el rellano de la escalera. Estas ratas muertas se multiplican a un ritmo alarmante y provocan de forma inevitable la primera muerte humana, la del encargado del edificio donde trabaja el Dr. Rieux. Pero lo más difícil de este caso es declararla una “peste” porque ello significaría aceptar de forma oficial su existencia y tener que afrontar las consecuencias de dicha admisión. Rieux es llamado a declarar ante la Comisión Sanitaria de la jefatura de policía de Orán.Al día siguiente las autoridades difunden breves noticias por la ciudad adoptando ciertas medidas de precaución, aunque para Rieux resultan insuficientes. Advierte que “no se quiere perturbar la opinión pública”. Así que va a visitar a Grand, un funcionario del gobierno, quien le cuenta que tuvo un curioso incidente en una tabaquería. El dueño del local le narró un reciente caso en que un joven empleado había sido arrestado por matar a un árabe en una playa. Se trata, como es obvio, de una clara referencia a su anterior novela “El extranjero” que fue publicada en el año 1942.
Mientras la vida cotidiana sigue su inevitable curso corriente, la peste empieza a convertirse en un acto de lo más normal. Llega la primavera a Orán pero ya resulta imposible disimular la gravedad de la situación. Cuando los habitantes de la ciudad quedan enclaustrados en ella, la peste acaba convirtiéndose en “un asunto de todos”, incluso de aquellos que se negaban a reconocer su existencia o a llamarla por su nombre.Al igual que tomar partido en la Francia de Vichy, pasa a ser un problema moral urgente: hay que luchar contra la enfermedad por todos los medios o resignarse a su carácter inevitable. Orán queda desconectada del resto del mundo y los decretos vinculados con la peste se vuelven draconianos. Se prohíbe entrar en la ciudad o salirse de ella bajo ninguna circunstancia y el envío o recepción de correspondencia por temor al contagio. La multitud se congrega en la estación ferroviaria con la esperanza de huir. Los habitantes de Orán quedan virtualmente prisioneros, obligados tan sólo a vivir de sus recuerdos.
El puerto de la ciudad se halla desierto; ya no circulan trenes. La única forma posible de hacer frente a este “feriado forzoso” consiste en hacerlos correr con la imaginación. Peor aún, la presencia permanente del sufrimiento lleva a la gente a aceptar de mala gana la presencia de la enfermedad, tal como Mesrault (protagonista de “El extranjero”) tuvo que aceptar su propia ejecución. Resulta curioso que los cines siguen llenos pero, al cabo de un tiempo, solo proyectan la misma película. En verano, la ciudad parece un campo de concentración. Mientras que en los transportes públicos, la gente se aparta para no contagiarse.El personaje del Dr. Rieux representa el aspecto práctico de Camus, en tanto que el personaje de Tanou representa su consciencia social en perpetua rebelión contra las fuerzas de Tánatos (la muerte). Sin embargo, en varios sentidos son personajes intercambiables ya que ambos libran la misma lucha. Son hermanos del alma y Camus, como escritor, se encuentra en problemas a la hora de distingir lo uno de lo otro. Sus debates, de hecho, son los que tienen lugar dentro del propio autor. Reconociendo que las autoridades “carecen de imaginación” a la hora de abordar el problema de la peste, Tanou le ofrece sus servicios a Rieux.Decidido a combatir la peste merced a la nueva solidaridad del trabajo común, Camus amplía su metáfora primitiva para incluir a la Resistencia francesa contra la ocupación nazi. Su labor en el periódico “Combat” transcurrió paralela a su redacción de “La peste”. Hasta tal punto que muchos párrafos de sus artículos combativos fueron tomados de la novela y viceversa.
Otra medida tomada por las autoridades francesas de Orán consiste en que llegan a suspenderse todos los servicios funerarios y los cementerios se llenan con cal viva. Pero cuando las tumbas ya no dan abasto, las autoridades se ven obligadas a cremar los cadáveres. Aquí Camus no deja dudas acerca de sus referencias históricas. Pese al hecho de que muchos franceses afirmaban ignorar la existencia de las cámaras de gas de los nazis. Enfrentados a la omnipresencia de la muerte, los habitantes de Orán se resignan a su destino e inician un largo sueño donde la peste logra suprimir todos los juicios de valores, todas las ilusiones y, sobre todo, la memoria. Durante el otoño la peste ataca los pulmones y esto deviene otra referencia autobiográfica del propio Camus.
Hay una escena en que un estudio de fútbol de Orán convertido en mitad enfermería y mitad campo de concentración constituye una clara referencia a la deportación de los judíos franceses hacia Auschwitz que sus compatriotas afirmaban ignorar.El vínculo entre Tanou y Rieux se estrecha y ambos personajes constituyen la contrafigura de su autor. Al final del año vuelven a verse en Orán ratas vivas. Señal inequívoca de 1que la peste se ha acabado. Mientras la vida vuelve a la ciudad, Tanou se debilita y muere. Al final se reabren las puertas de la ciudad y hay baile en las plazas. La peste es rápidamente olvidada por los habitantes de Orán, quienes tan solo desean regresar a su vida anterior como si nada hubiera pasado. el Dr. Rieux será testigo de como la vida recobra la normalidad pero permanece alerta ante la posible reaparición futura de la peste.

Publicada en el año 1947, “La peste” estaba destinada a ser, en vida de su autor, el libro mas popular de Camus. En Francia llegó a convertirse en un verdadero best seller. En esta novela destacan los valores de la solidaridad, participación y reconciliación frente a la absurdidad del mundo representada por Mesrault, el protagonista de su anterior novela “El extranjero”. Pese a su evidente éxito popular, por desgracia, “la peste” no estuvo exenta de polémicas de carácter político.Algunos críticos llegaron a afirmar que la solidaridad y la buena voluntad no son suficientes a la hora de combatir el flagelo del fascismo. Tampoco gustó la comparación entre la inhumanidad nazi y el vacilo de la peste. Dijeron que este símil vaciaba de contenido a la lucha de la Resistencia francesa. A efectos prácticos el autor suprimió toda mención real a la lucha. En su obra el único conflicto real planteado es entre los hombres y la peste. Las diferencias entre los personajes fueron mitigadas o desechadas por Camus durante el desarrollo de esta novela.
Este texto ha sido criticado a menudo por su “deprimente existencialismo”. Aunque decir eso es también perderse lo esencial de esa obra maestra de Camus. Pese a su inflexible visión de la desesperación y el sufrimiento humanos, lo mas remarcable de esta obra literaria es el sentimiento inequívoco de una humanidad común que subyace a todas las dificultades. Aunque esto no se presenta de forma evidente cuando el relato comienza con la muerte de miles de ratas en las calles de la ciudad argelina de Orán. Cuando las personas empiezan a enfermar y morir, a pesar de la desorganización y el desmentido inicial de las autoridades mercenarias de la ciudad, resulta evidente que una epidemia de peste bubónica se está extendiendo por ella. Hecho que provoca la imposición de estrictas medidas de cuarentena por parte de las autoridades de Orán. Durante la asfixiante claustrofobia del aislamiento reforzado el autor muestra de forma brillante como los individuos deben afrontar la aparente inevitabilidad de la muerte. En ese momento empiezan a colapsarse los lazos que mantienen unida a la comunidad. pero ni siquiera en el punto mas oscuro se pierde del todo la esperanza.
Después de producirse un inicial retiro a su propia reflexión solitaria, que parece sugerir el carácter único y aislado de la desesperación humana, los esfuerzos de ciertos personajes destacados sirven para unir gradualmente a todos en la comprensión colectiva de su riesgo. La sensibilidad y comprensión con que se crea ese amplio grupo de individuos de todas las clases sociales tiene enorme fuerza y consigue devolver la vida a la ciudad argelina de Orán. Este tratamiento de la obra es lo que consigue diferenciar de forma clara a la novela “La peste” de la otra gran obra anterior de Camus “El extranjero”. A la par que también la hace intemporal y todavía relevante al día de hoy.

A los numerosos personajes de “La peste” el absurdo les cae encima con la aparición de la enfermedad. En Orán la tragedia diaria del encierro y la acechante amenaza y cercanía de la muerte les enseña a vivir su propia finitud. En los confines de esa ciudad apestada se les presenta el claro dilema de vivir o morir. Se encuentran frente al absurdo y se ven obligados a enfrentarse al acontecer finito de los días. Algunos ciudadanos se desesperan y tan solo piensan en huir. Otros se desaniman y también los hay que se rebelan y actúan en el marco de la naturaleza y de lo posible. El personaje principal, el Dr. Rieux, afirma que la miseria le ha empujado a luchar sin creer en Dios.
Camus llegó a Orán empujado por el gobierno de Vichy, el cual entorpeció su búsqueda de trabajo en Argel. Así que vivió en esta ciudad desde enero de 1941 hasta agosto de 1942 con escasos recursos económicos y comiendo mal. Entonces la Resistencia aún no estaba muy organizada. Aparte el autor era vigilado de cerca por las autoridades colaboracionistas lo que le impedía participar de forma activa. Además sufrió una recaída en su enfermedad que le impuso un largo reposo. Hechos reflejados en esta obra. En esta crónica de una ciudad sitiada destaca una ética basada en la honestidad con uno mismo y la simpatía hacia los demás. No solo se muestra el absurdo sino que se ve como afrontarlo. En el caso del médico consiste en ejercer su oficio. En el del periodista le obliga a quedarse en Orán para eludir la mala consciencia. Otros personajes, por contra, utilizan vías menos productivas. A través del contraste entre las reacciones de unos y otros es como el autor nos recuera la existencia de las acechantes plagas y de sus víctimas. Al mismo tiempo que nos advierte que jamás debemos encontrarnos del lado de la plaga.
Resulta obvia la preocupación por la solidaridad y la justicia por parte del autor a lo largo de esta obra. En un fragmento de la novela Camus presenta su visión crítica y negativa de la pena de muerte. Aflorando su simpatía por los condenados en detrimento del castigo y la venganza. También conviene recordar que la plaga puede presentarse bajo el ropaje de diversas formas que el propio autor desarrollará en otras de sus obras posteriores. En ellas parece querer continuar el tema de esta novela. Esta situación la podemos observar en dos de sus obras teatrales: “El estado de sitio” y “Calígula” donde sus principales protagonistas son unos despiadados tiranos que encarnan en sus respectivas personas a la peste misma.
