La Máquina de zombificar gente

Mientras ascendía por las escaleras mecánicas hacia la segunda planta del más importante y moderno centro comercial de su ciudad, Josep Antoni K. todavía no era del todo consciente de los extraordinarios acontecimientos que estaba a punto de desencadenar. Así que consideramos que ha llegado el momento de esclarecer estos extraños sucesos recientemente acaecidos en nuestra querida Ciudad. Tal como los sagaces lectores ya habrán adivinado, nos referimos al extraño caso provocado por la instalación, distribución y comercialización tanto pública como privada de las máquinas de zombificar gente. Pero vamos a empezar por el principio de esta extraña a la par que lamentable historia ofreciendo una crónica detallada sobre estos singulares hechos.Todo comenzó durante una soleada mañana de un lunes de primavera en el interior del principal Centro Comercial del barrio del centro de nuestro estimado Municipio. El principal protagonista del inicio de esta historia se dirigía a la segunda planta del moderno y bien equipado Centro Comercial usando las escaleras mecánicas del centro. Nuestro héroe se llama Josep Antoni K. y acaba de llegar a la segunda planta del edificio comercial tras bajarse de la escalera mecánica y ahora mismo se dirige a la tienda “Phone House” situada justo enfrente de la escalera de la que se acaba de bajar.

Mientras iba subiendo por las escaleras mecánicas en dirección a su objetivo comercial, aún resonaban de forma estentórea en el interior de su cabeza las terribles palabras pronunciadas por el nuevo y agresivo Jefe de Ventas de la compañía privada a la que representa: “Publicidad Personalizada, S.L.”. Tras concluir su intervención en la última reunión de trabajo de las oficinas comerciales de su empresa el nuevo jefe de ventas se dirigió a los representantes comerciales convocados en la sala de presentaciones y les espetó: “Si al cerrar este mes no habéis cumplido con la cifra de producción prevista por la empresa os voy a tener a pan y mierda y el pan hace una semana que se acabó.”

Ahora estaba entrando por la puerta de cristal de la tienda Phone House cuando eran las 11:30 H de la mañana. Llegaba puntual a la cita programada y ya le estaba esperando delante del mostrador de la tienda su encargado con quien había quedado para explicarle el uso del nuevo aparato de publicidad dirigida que promocionaba en esos momentos su compañía y que Josep Antoni K. llevaba en el interior de su grueso maletín comercial. El encargado de la tienda Phone House de la segunda planta del Centro comercial era un hombre maduro ya entrado en la cincuentena de mediana estatura, cabello gris oscuro y llevaba unas gafas cuadradas con montura de concha.El nuevo artículo de su compañía que su representante comercial asignado al barrio del centro se disponía a presentar recibía el nombre técnico de “Emisor de publicidad personalizada”; pero también era conocido por sus directivos y agentes comerciales con sus siglas como E.P.P..Tras las presentaciones de rigor Josep Antoni comenzó su explicación sobre el funcionamiento y las ventajas que proporcionaría su nuevo aparato de publicidad inducida por ondas electromagnéticas. Le habló al encargado de la tienda de forma clara y con buena entonación comercial aunque no exenta de un ligero acento catalán que nunca conseguía evitar del todo por mucho que se esforzaba en intentarlo. En estos instantes le estaba diciendo al encargado:

– En realidad el funcionamiento de este aparato es muy sencillo y no requiere de grandes conocimientos ni habilidades técnicas. Observe, en primer lugar, el objetivo que sobresale del centro de este aparato de forma rectangular. Recuerda a las antiguas cámaras fotográficas pero, lejos de hacer fotos, este objetivo emite un anuncio de publicidad comercial basado en imágenes subliminales que no son captadas por el potencial cliente al que van dirigidas. Dichas imágenes van dirigidas directamente al cerebro humano que en este caso actúa como un receptor interno. Y lo mejor de todo es que el sujeto receptor no las verá de forma consciente sino que todas ellas van a su subconsciente que recibe e interpreta el contenido del mensaje comercial.

– Me ha quedado muy claro -replicó el encargado-. Y a continuación preguntó: ¿Y para qué sirve esta especie de radar en miniatura que está justo encima de la caja rectangular de este aparato?.

– Ahora me disponía a explicárselo. No se me adelante, aunque comprendo su impaciencia. Este accesorio posterior que, en efecto, recuerda la forma de un aparato de radar aunque en miniatura, emite una explicación verbal en off sobre el contenido de las imágenes subliminales proyectadas por el objetivo central. Se trata de un anuncio en audio formado por ultrasonidos imperceptibles al oído humano pero que se reproducen también en el interior del cerebro del potencial cliente receptor del mensaje. Al igual que la secuencia de imágenes subliminales este mensaje en ultrasonidos no es percibido de forma consciente por el sujeto receptor sino que también es descodificado por el subconsciente del mismo. Todo ello redunda en la eficacia de los anuncios pregrabados y emitidos por este moderno y efectivo aparato.

– Me ha convencido su explicación sobre el funcionamiento de este nuevo aparato que promociona su compañía. Pero antes de formalizar el contrato de venta de este producto tengo una pregunta para usted que quisiera que me la aclarase. Por lo que he llegado a entender de su presentación, este artilugio manipula las mentes de los potenciales clientes que puden entrar en mi local o en cualquier otro comercio donde se instale. Así que tengo mis dudas sobre si su comercialización y utilización en los comercios y grandes superficies es legal o no. También quiero saber si su compañía ha adquirido los permisos legales de difusión y explotación del funcionamiento de este nuevo invento y si las autoridades municipales han sido previamente informadas y dan su consentimiento.

– ¡No se preocupe!. Esta máquina cuenta con todos los permisos legales y autorizaciones municipales. La Alcaldesa de nuestro Municipio y su equipo de regidores y altos cargos administrativos municipales ya han sido convenientemente informados sobre el funcionamiento de este aparato y el uso al que va destinado. No han puesto ninguna objeción y contamos con su total apoyo y confianza a la hora de informar, comercializar e instalar los aparatos existentes y los que se están fabricando para su próxima distribución y expansión comercial.

– Si esto es tal como usted me acaba de confirmar, entonces, ya sólo nos queda ocuparnos del papeleo y de buscar un sitio en mi tienda para la instalación de este magnífico aparato y que ya este disponible para su próxima utilización.

Acto seguido Josep Antoni K. sacó de su maletín la carpeta negra de los pedidos y contratos y se dispuso a rellenar el formulario con los datos del nuevo cliente y de su tienda franquiciada de Phone House. El encargado también le facilitó los datos bancarios de su libreta de CaixaBank de una de las oficinas del barrio del centro donde tenía domiciliada su nómina y el pago de sus recibos y facturas. Acordaron que pagaría la máquina en doce mensualidades. Tras poner su firma en el contrato de venta el representante comercial le sugirió al encargado que colocara la máquina justo detrás de un plafón publicitario donde había trípticos y octavillas informativas de varios modelos de teléfonos móviles que el vendía en su tienda. Este plafón de cartón estaba sobre el mostrador de atención al cliente que estaba situado justo enfrente de la puerta de cristal de entrada a su tienda. Destacaba sobre todo la publicidad comercial del nuevo modelo de Samsung Galaxy que era el producto estrella de la tienda.Acto seguido Josep Antoni le dijo al encargado de local:

– Lo más importante es que esta máquina quede disimulada y que no esté a la vista de los clientes que van entrando a su establecimiento y que tampoco se vea desde el exterior del recinto ya que ello podría despertar las suspicacias del potencial cliente y ponerlo a la defensiva. Lo que hay que evitar a toda costa. Y no se preocupe por la eficacia de este aparato. Tanto el proyector delas imágenes subliminales como el “radar” que emite los mensajes verbales en ultrasonidos no se verán afectados en su correcto funcionamiento. Ya que ambos pueden atravesar con facilidad cualquier material que tengan delante excepto el plomo.

– Me parece perfecto, -replicó el encargado-, pero ahora hábleme de los anuncios pregrabados que proyectará este magnífico aparato sobre mis potenciales clientes así que lo ponga en funcionamiento en el minuto siguiente a que usted se haya marchado de mi tienda.- Hemos introducido anuncios de publicidad subliminal y ultrasónica de todas las marcas y modelos que usted comercializa en su tienda Phone House tal como figuraban en los catálogos comerciales que nos facilitó la semana anterior a la presentación de este aparato emisor de publicidad personalizada. El anuncio que se proyectará en primer lugar, como es lógico, será el de su producto estrella: el nuevo modelo de Samsung Galaxy. A continuación se irán proyectando el resto de anuncios de los otros modelos.

– ¡Perfecto!. Ahora tan solo nos queda ponerlo en funcionamiento para empezar a amortizar este excelente aparato con la confianza absoluta de que va a influir de forma decisiva en el incremento de las ventas de todos los artículos de mi tienda.

Tras despedirse del encargado de la tienda Phone House de la segunda planta, Josep Antoni K. se dirigió rápidamente a las escaleras mecánicas de bajada en dirección a la puerta de cristal de salida del Centro Comercial del barrio del centro. Reconstruyendo en su memoria el desarrollo de su presentación comercial durante su primera y efectiva visita llegó a la conclusión de que no estuvo mal la jornada: la primera visita comercial se vió coronada con la primera venta confirmada. Mientras bajaba por la escalera mecánica y al salir fuera del edificio del moderno centro comercial le invadió una incontenible sensación de euforia. Pero esta sensación desapareció de repente a partir del instante en que empezó a bajar caminando por la Rambla Principal del Municipio en dirección a las oficinas comerciales de su empresa. Allí se dirigía con el firme propósito de informar a su jefe de ventas sobre el éxito de su primera misión comercial.

A partir de ese momento le vinieron a la memoria toda una serie de recuerdos inquietantes sobre el aparato Emisor de publicidad personalizada (E.P.P.) que acababa de vender no hacía ni diez minutos. Recordaba con total claridad que había sido testigo presencial de las pruebas preliminares sobre el funcionamiento de este nuevo invento y que dichas pruebas no habían sido concluyentes sobre algunos aspectos del funcionamiento práctico de esas máquinas. No estaba claro que su uso prolongado sobre las personas receptoras de los anuncios comerciales basados en las imágenes subliminales y los mensajes en audio de ultrasonidos pudiera provocar efectos secundarios no deseados a medio y largo plazo. Tampoco existían garantías absolutas que una larga exposición de tales anuncios dejara secuelas en el cerebro y sistemas sensoriales de los afectados por la proyección de los mismos. A pesar de todo la Dirección de la empresa Publicidad Personalizada, S.L. decidió tirar adelante su campaña publicitaria y la consecuente comercialización de los aparatos de Emisión de publicidad personalizada silenciando las críticas y objeciones de los miembros del equipo técnico que las había fabricado. Todo ello se llevó a cabo bajo amenazas de despidos y represalias económicas contra los objetores.

Las dudas e inquietudes acerca de los efectos secundarios y posibles secuelas físicas y mentales también afectaron al equipo de ventas que se formó y fue instruido en un intenso cursillo de capacitación comercial para la rápida difusión y venta de esos aparatos. Esas dudas y objeciones fueron acalladas por la fuerte presión ejercida sobre el equipo comercial por parte del nuevo y agresivo jefe de ventas. Aunque ni siquiera él logró silenciar los rumores y comentarios negativos por parte de los vendedores y también del equipo de administrativos y recepcionistas de las oficinas comerciales que la compañía tenía en pleno barrio del centro. Sus empleados no tardaron en ponerle un siniestro mote al aparato Emisor de publicidad personalizada. Lo bautizaron con el sarcástico nombre de la “Máquina de zombificar gente”.

Por desgracia los hechos posteriores a la primera venta del nuevo invento no tardaron en darles la razón al uso de ese mote que pasó de ser un comentario chistoso a devenir una aterradora realidad con nefastas consecuencias que todavía al día de hoy estamos padeciendo en nuestra querida ciudad. Los primeros efectos del aparato recién vendido en la tienda Phone House de la segunda planta del Centro Comercial del barrio del Centro ya se hicieron notar desde el inicio de su funcionamiento. Ese mismo lunes al mediodía se produjo un incremento en la afluencia de clientes que entraron en esa tienda. Con el resultado de un incipiente incremento de las ventas de las marcas y modelos de telefonía móvil proyectados por la publicidad subliminal del aparato adquirido. Despuntando ligeramente el nuevo modelo de Samsung Galaxy.

Tras cerrar su local a las 14:00 horas del mediodía para la pausa de la comida el encargado de la tienda llamó desde su móvil para contratar los servicios de una nueva dependienta que tenía registrada en sus contactos para que le ayudara a atender el flujo del aumento de visitantes y clientes de su establecimiento. A las 16:00 horas de la tarde en punto se presentó esta nueva dependienta para cubrir el horario comercial de esa misma tarde. Trabajo no le faltó durante toda la semana ni a ella ni a su jefe. Además, durante esa misma semana todos los miembros del equipo de ventas de la compañía Publicidad Personalizada, S.L. cumplieron con sus grandes expectativas de comercialización de los aparatos emisores de publicidad personalizada hasta agotar el primer stock de estos productos. Lograron venderlos en muchos comercios de la Rambla Principal y de las más importantes avenidas y calles comerciales del Municipio. También tuvieron gran éxito en el otro gran Centro Comercial situado a las afueras de nuestra querida ciudad. Todos los comerciantes y encargados de tiendas que los adquirieron incrementaron el volumen de venta de sus artículos y productos al detalle. Pero nada hacía presagiar lo que estaba a punto de ocurrir en la segunda planta del Centro Comercial del Barrio del Centro, donde se llevó a cabo la primera venta del aparato emisor de publicidad personalizada a cargo de su representante comercial asignado a esa zona Josep Antoni K.

El origen de la tragedia hay que situarlo en la tienda Phone House de la segunda planta del Centro comercial del barrio del centro. Local donde se efectuó la primera venta del aparato causante del desastre que a partir de ahora describiremos. Ocurrió durante la tarde del miércoles. Hacia las 18:30 Horas se desencadenó una fuerte tormenta eléctrica en el Municipio. Las medidas de seguridad del edificio del centro comercial fallaron estrepitosamente porque el pararrayos de su azotea estaba averiado. Lo que provocó una sobrecarga en todo el sistema eléctrico y de iluminación del centro comercial. A las 18:37 H. un relámpago impactó sobre el pararrayos de la azotea del edificio provocando u cortocircuito y el apagón general en todas sus plantas. También provocó una sobrecarga en los aparatos eléctricos de todas las tiendas e instalaciones de las plantas del centro comercial incluyendo, como es lógico, al aparato emisor de publicidad personalizada de la tienda Phone House de la segunda planta. Justo cuando estaba proyectando sobre los clientes que pasaban frente a la tienda el anuncio del nuevo modelo de Samsung Galaxy, el producto estrella de ese local comercial. Hacia las 19:45 de esa misma tarde los equipos técnicos y electricistas lograron reparar los daño provocados por la sobrecarga eléctrica y restablecer el completo funcionamiento de todas las instalaciones y la iluminación. Pero el mal ya estaba hecho y, a partir de ese momento, iba a tener nefastas consecuencias que se prolongan hasta el día de hoy.

Una vez restablecido el servicio, los clientes de paso que habían sido impregnados por la proyección del anuncio subliminal se agolparon frente a la puerta de cristal de la tienda Phone House y empezaron a gritar como posesos: “¡Quiero el nuevo Samsung Galaxy!, ¡quiero el nuevo modelo de Samsung Galaxy!”. En lo que quedaba de la tarde el dueño de la tienda hizo su particular agosto y la nueva dependienta casi no daba al abasto atendiendo el apremio de esos clientes afectados por el anuncio. Las cosas no habrían pasado de una curiosa anécdota si no fuera que esa situación se repitió cada tarde durante el resto de la semana. A las 18:37 horas de las tardes siguientes los mismos clientes afectados por la proyección del anuncio subliminal y que ya habían comprado su móvil, sed volvieron a reunir frente a la puerta de cristal de la tienda exigiendo voz en grito: “¡Quiero el nuevo Samsung Galaxy!, ¡quiero el nuevo modelo de Samsung Galaxy!”.

Estos incidentes llamaron la atención de la prensa y de la televisión local del Municipio. La Alcaldesa ordenó al jefe de la policía municipal y al de mossos de esquadra que pusieran a trabajar a sus mejores detectives del cuerpo para que, de forma discreta, investigaran este asunto y elaboraran un informe secreto que tan solo ella llegaría a conocer su contenido. Cuando recibió el informe en la mesa de su despacho oficial, se puso en contacto con su equipo de regidores y trazaron un plan secreto orientado a sacarle partido y el máximo provecho posible a la nueva y grotesca situación creada por la instalación y utilización de las máquinas de zombificar gente.

Los graves sucesos provocados en el Centro Comercial del Barrio del Centro de nuestra querida ciudad fueron los responsables de la actual pesadilla que tod@s los ciudadan@s sufrimos a causa de las máquinas de zombificar gente. Buena parte de ell@s en la actualidad vagan por las calles convertidos en una especie de zombis. Y no al modo de las viejas películas de terror de serie B. Esta nueva clase de zombis modernos ya no se levantan de sus tumbas de noche paseando ausentes, lentos y rígidos. Tampoco persiguen a los vivos en busca de carne fresca ni ansían comerse sus sabrosos cerebros. Se trata de gente que hasta hace bien poco eran personas normales y corrientes, seres humanos con sus propias limitaciones y defectos. Pero que también estaban dotadas de raciocinio y podían sentir, pensar y soñar. Y dotadas de libre voluntad para actuar de acuerdo a sus íntimas convicciones aún a riesgo de equivocarse. Estas dos facultades y no otras son las que nos dan derecho a considerarnos seres humanos. Por culpa de las máquinas de zombificar gente, desde hace un tiempo, hasta hemos perdido el derecho de considerarnos humanos.

Después de los sucesos provocados por estas condenadas maquinas, nuestras ávidas y mezquinas autoridades municipales encontraron un sistema práctico de perpetuar su poder evitando de forma definitiva cualquier protesta, huelga general o tentativa revolucionaria. También inculcaron en la población civil el conformismo absoluto y el acatamiento al poder. Tras una confusa transición encontraron el método para llevar a cabo sus dudosos pero efectivos planes. Instalaron en las plazas y espacios públicos de nuestra ciudad varias de estas condenadas máquinas dotadas de potentes sistemas audiovisuales que, de inmediato, captaron la atención de la mayoría nuestros conciudadanos. Detrás de las enormes pantallas emisoras de imágenes en color de alta definición y de potentes altavoces dotados de sonido de alta fidelidad, se difundían imágenes subliminales y se emitían mensajes audio ultrasónicos que se grababan de forma automática en el inconsciente de los receptores de su emisión.

De los inicios al futuro de la publicidad - Observatorio de ...

La finalidad evidente de estos aparatos de alta tecnología consistió en la manipulación de las mentes y la sumisión colectiva de las masas. Poco tiempo después las autoridades municipales y el funcionariado que obedece y ejecuta sus órdenes no tardaron en tener la genial idea de diseñar y fabricar en serie un modelo familiar más reducido y adaptado a las necesidades de los consumidores particulares. Así la pudieron comercializar e introducir en todos los hogares de nuestra amada ciudad. Como es lógico, esta aplicación práctica de las máquinas reforzaba su utilidad colectiva y aumentaba su probada eficacia. Gracias a la ayuda de esta versión doméstica y al alcance de los consumidores las autoridades consiguieron introducir las consignas más perversas y las ideas más absurdas se convirtieron en dogmas de fe. Nos duele tener que reconocer que estas finalidades las consiguieron de una forma mucho mas eficaz que en los anteriores inventos de la televisión, el teléfono móvil, los portátiles e Internet. Los otrora ciudadanos racionales y autónomos vagan en la actualidad convertidos en una especie de robots de carne y hueso que ni piensan, ni sienten ni tampoco actúan libremente. La gente afectada por las emisiones de mensajes subliminales y ultrasónicos de las máquinas de zombificar gente tanto públicas como privadas vagan por las calles actuando y reaccionando al modo de auténticos zombis.

A tod@s los ciudadan@s afectados por su nefasta y manipuladora influencia tan solo se les exige que funcionen según se espera de ellos; es decir: sumisión, obediencia y conformismo. La mayoría de las personas zombificadas por estas perversas máquinas tienen el encefalograma tan plano que ya ni siquiera se molestan en buscar su significado en el Google. Los resultados obtenidos en cuanto a sumisión, obediencia y manipulación colectiva superan ampliamente a los de cualquier sistema político o régimen dictatorial anterior. Con la ventaja adicional por parte de sus autoridades manipuladoras de que ni tan siquiera es necesario utilizar los métodos coercitivos y violentos de sistemas o regímenes anteriores. En vista de los excelentes resultados obtenidos tanto en la versión pública como en la privada de las máquinas de zombificar gente, las autoridades han tomado la firme e irrevocable decisión de pasar a un siguiente nivel superior. A partir de ahora los mensajes subliminales se reducen a dos consignas: la primera de ellas es de orden político y afirma: “Obedeced sin cuestionar”. La segunda consigna es de orden económico y reza así: “Consumid sin parar”. Felices viven en la inopia los zombificados y sumisos ciudadanos de nuestro municipio. Sus inútiles y vacías existencias cotidianas transcurren dentro de una mezcla de sociedad alienada al modo del “Mundo Feliz” de Aldous Huxley y de la vieja película de ciencia ficción “Los ladrones de cuerpos”.

A pesar de este tétrico y deplorable panorama descrito hasta ahora, empiezan a vislumbrarse unos débiles pero crecientes rayos de esperanza y la incipiente promesa que las cosas van a empezar a cambiar para mejor. Se ha ido desarrollando a la sombra de estos lamentables acontecimientos una incipiente pero creciente Resistencia activa contra el abuso social y la manipulación colectiva de las mentes que supuso la implantación obligatoria de las máquinas de zombificar gente. Un grupo de ciudadanos de nuestra estimada ciudad, de alguna manera, logró esquivar la influencia y la exposición mental de esas condenadas máquinas. Consiguieron eludir tanto las imágenes subliminales como los ultrasonidos emitidos por tales máquinas tanto las de instalación pública como las de uso doméstico y privado.

Plenamente conscientes de la situación provocada por los promotores e instaladores de esas máquinas, han empezado a organizarse de una manera eficaz y proactiva dentro de los barrios y distritos de nuestra ciudad logrando escapar al control y detención por parte de las autoridades municipales y sus diversos cuerpos de policía tanto municipal como nacional y mossos d´esquadra. A continuación han iniciado toda una serie de actos de sabotaje y de lucha armada urbana que ya han empezado a dar unos buenos resultados, provocando la tan esperada reacción ciudadana y despertando al fin a la opinión pública.

Con el propósito de difundir sus ideas revolucionarias y publicitar sus acciones armadas incluso han redactado un Manifiesto llamando al levantamiento popular contra el uso de las máquinas de zombificar gente y su nefasta y alienante influencia. Este Manifiesto empezó a circular de forma clandestina al principio pero en los últimos días ya se está difundiendo de forma cada vez más abierta y masiva. Ha sido redactado por el Comandante Cero menos Uno, el autoproclamado Líder de la Resistencia Activa Interior; también conocida por sus siglas R.A.I.. y dice así:

Manifiesto de la Resistencia Activa Interior (R.A.I.).

Hasta hace bien poco ni tan siquiera nos estaba permitido preguntar por quién doblan las campanas ni llorar nuestro amargo resentimiento en las esquinas de las vías públicas. También carecíamos del socorrido consuelo de pensar que siempre nos quedará París. Pero desde hace unas semanas las cosas han empezado a cambiar para mejor y ya vislumbramos la posibilidad de encontrar una pronta y eficaz solución a la deplorable situación social y económica provocada por la instalación pública y privada de las condenadas máquinas de zombificar gente. También por su más que lamentable uso con finalidades tanto políticas como comerciales.

Desde la semana pasada hemos sido los protagonistas e instigadores de los diversos actos de sabotaje contra las máquinas de zombificar gente instaladas en las plazas y parques públicos, en la Rambla Principal y en las Avenidas comerciales de nuestro querido Municipio. Estos hechos ya son sobradamente conocidos por nuestros estimados ciudadan@s a través de la Prensa y la Televisión local. Tal vez no sea tan conocido el hecho de que, aparte de las máquinas destruidas, también hemos conseguido jaquear los discos duros y desactivar los mensajes subliminales y las emisiones ultrasónicas de la gran mayoría de las máquinas instaladas en los mencionados lugares públicos. Y, por si fuera poco, hemos logrado piratear y anular las emisiones dirigidas a los aparatos de uso privado de los modelos utilitarios y más pequeños de dichas máquinas.

En segundo lugar les informamos que varios de nuestros miembros de la Resistencia Activa Interior (R.A.I.) se han infiltrado disfrazados de obreros, personal técnico y operarios en todas las fábricas y talleres de los polígonos industriales del exterior de nuestra ciudad dedicados al diseño, fabricación y distribución pública y privada de las máquinas de zombificar gente. Desde el interior de estas fábricas y talleres han logrado boicotear y sabotear la producción y el funcionamiento de la maquinaria industrial y de los brazos robot con los que se construyen estos diabólicos aparatos. También paralizar la producción y distribución de los nuevos modelos de uso privado y doméstico. Con estas recientes acciones nuestros activistas de la Resistencia ya han logrado sus primeras y eficaces victorias.

Estamos en condiciones de anunciar que en el momento presente la mayoría de las máquinas de zombificar gente han sido desactivadas y que ya no ejercen ningún tipo de influencia negativa directa sobre la mayoría de los conciudadanos de nuestro Municipio. Pero todavía estamos algo lejos de conseguir la Victoria final y definitiva. Para ello debemos llevar a juicio y condenar a las Autoridades municipales que, con su complicidad y pasividad, han permitido que estos lamentables hechos aburrieran y se desarrollaran hasta llegar a estos extremos. También tenemos que arrestar, enjuiciar y condenar a todo el equipo de funcionarios públicos que han obedecido de forma automática y acrítica todas las órdenes dadas por sus responsables políticos municipales. Ellos tienen tanta culpa como los primeros.

Por último aunque no menos importante, también vamos a depurar responsabilidades contra los comerciantes, financieros y especuladores que se han enriquecido gracias a la venta, instalación y distribución de las máquinas de zombificar gente tanto las de uso público como las de uso privado y/o doméstico. De ninguna manera van a quedar exonerados de su complicidad y de su obtención de beneficios económicos ilícitos. Cuando finalmente logremos estos últimos objetivos es cuando estaremos en condiciones de asegurar que esta Revolución promovida por nuestros activistas y militantes de la Resistencia Activa Interior (R.A.I) será completa y definitiva. Este tan anhelado día se halla mucho más próximo de lo que los promotores de estos deplorables hechos esperan y desean. Así que pedimos un poco de paciencia porque muy pronto estaremos en condiciones de proclamar:

¡Adelante con la Victoria de la Revolución!. ¡Abajo las máquinas de zombificar gente!.

Firmado: El Comandante Cero menos Uno. Líder de la Resistencia Activa Interior.

Al tercer día del reparto clandestino de las octavillas del Manifiesto de la Resistencia Activa (R.A.I.) una de ellas llego a las manos de Josep Antoni K., el primer vendedor de la compañía Publicidad Personalizada, S.L. en lograr el primer pedido del aparato emisor de publicidad personalizada; ahora conocido como la máquina de zombificar gente. En cierto modo se sentía el responsable indirecto de provocar el incidente del aparato en la segunda planta del Centro Comercial del Barrio del Centro. Dejando aparte sus propios sentimientos de culpabilidad por los hechos ocurridos ese fatídico jueves por la tarde, nuestro “héroe” también era muy consciente de que se había convertido en uno de los principales objetivos de la Resistencia Activa Interior. No solo en el sentido de que podría ser detenido, juzgado y encarcelado por su primera venta del aparato sino que, además, también era un posible objetivo para un atentado terrorista por parte de la R.A.I..

Así que ahora mismo encontramos al infortunado Josep Antoni K. descendiendo por la Rambla Principal del Municipio en dirección a la jefatura de policía para renovar su pasaporte con el objetivo no solo de cambiar de residencia a otra ciudad sino de emigrar a otro país de la Europa comunitaria y hacer borrón y cuenta nueva. La única noticia a su favor es que la mayoría de los ciudasdan@s desconocía su nombre y descripción física. Todos sabían que había sido el representante comercial de su compañía asignado al Centro Comercial del Barrio del Centro el que había vendido e instalado el primer aparato emisor de publicidad personalizada que originó los hechos. Por suerte, de momento, no conocían su identidad. Aunque no tardarían en conocerla por que los periodistas de la prensa local del Municipio ya lo estaban investigando. Tan solo era cuestión de (escaso) tiempo que lo identificaran y lo localizaran con todas las consecuencias que eso implicaría para su persona. Así que debía darse prisa en emigrar.

Mientras tanto, la Resistencia Activa Interior era cada vez más fuerte y eficaz y estaba mejor organizada en sus acciones violentas y actos de sabotaje y desconexión de las máquinas de zombificar gente tanto las públicas como las privadas. Los tres cuerpos de la policía local resultaban impotentes a la hora de contrarrestar sus acciones. Al mismo tiempo, la mayoría de los ciudadanos que fueron zombificados por los aparatos emisores de publicidad personalizada se estaban recuperando de su influencia manipuladora de sus mentes y estaban volviendo a una relativa normalidad que, hasta cierto punto, recordaba la situación anterior a los hechos descritos. Pronto se iban a recuperar del todo y ya no tendrán ningun tipo de secuelas ni físicas ni mentales. Noticia muy satisfactoria para todos los afectados, aunque no tanto para las autoridades municipales y los comerciantes locales que se habían beneficiado del control mental por parte de las condenadas máquinas de zombificar gente.

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