Festival de Poli poesía

El pasado día 8 de octubre se celebró el Festival de Polipoesía de este año, en la sala de actos del Centre Cívic Torre Llobeta, recurrente escenario que registró una destacable presencia de público, lo cual no deja de resultar apreciable en este tipo de eventos tan acusadamente minoritarios. Pero la ocasión, después de sucesivas ediciones sin haber recibido el merecido eco, junto a la inquebrantable actividad de Sabih Sabaté (en activo ya varias décadas), nunca suficientemente reconocida, y los Polipoéticos, había despertado cierta expectación. Inició el acto el propio Sabaté, entre grandes aplausos. Dispuso sus folios – tal como acostumbra- en un atril frente a sí, para, seguidamente, pasar a declamar algunas de sus más conocidas propuestas polipoéticas, acompañadas del tono y la modulación que convienen a cada una de sus acciones en un espectáculo único. Un capítulo morfológicamente enloquecido en la Rayuela de Cortázar, o esos otros poemas donde nos recuerda que les no existiesen./-No existiesen?/No existiesen.

Para finalizar con ese otro tan conocido del público donde el confuso poema consumista recitado de una trepidante macedonia de marcas comerciales (y algo más) hace que el público se retuerza de risa (y algo más) en sus asientos. A continuación, una provocativa sesión de terapia psicológica gratuita a cargo de otro polipoético invitado. Breve –como el propio X anticipó- pero intensa. Con movimientos expansivos que iban de la RE –presión a la EX presión, por ejemplo. Y, sin saber por qué, recordaban a ciertos ejercicios preparatorios a que son sometidos los políticos. Le tocó después el turno a nuestro amigo, el Dr. Diávolo, que acompañaba el recitado de temas que hablaban de soledad, alienación y asombro ante el inmoral caos urbano y social, con una actitud inusitadamente tierna. La actuación de la joven poeta invitada gallega estuvo correcta, trazando vueltas sobre un imaginario carrillón, al tiempo que acompañaba sus evoluciones de progresivos recitados.

Y Gisela Puntí simplemente estuvo. Los medios eran abrumadores, pero su actuación, absolutamente rasa y carente de interés (no sólo artístico), consiguió, eso sí, transmitir al público el deseo de que superase prontamente su aflictivo y excesivamente desmesurado en el tiempo desengaño amoroso. El genial Oriol Tranvía cerró magistralmente el acto con su interpretación, que incluía varias canciones (una de ellas semi-improvisada), monólogos humorísticos o trascendentales, y una especie de pantomima teatral. Todo ello regado con abundantes dosis de ironía e inteligencia. En el momento de redactar estas líneas conocemos las dificultades que atraviesa Xavi Sabaté, hospitalizado a causa de una grave afección pulmonar. Todos deseamos su pronta recuperación, al tiempo que aprovechamos para rendir un homenaje a su continuada y voluntariosa dedicación en este ámbito.


Escrito por: José Antonio López Ramos

Sobre l'autor

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *

Index