Tras la última réplica del ingeniero robótico Isaac Heretzebaal finalizó la reunión secreta de paz entre ambas delegaciones. A continuación los representantes de la Delegación humana se dispusieron a abandonar el edificio del Palacio de Congresos Internacionales de Viena en un moderno helicóptero que se hallaba estacionado en la azotea justo encima del Palacio de Congresos. Se trataba del nuevo modelo de helicóptero llamado “Libélula crepuscular” que estaba dotado de un eficaz silenciador en las hélices del aparato para así poder volar de la forma más discreta posible dentro del interior de las grandes ciudades. Además la superficie externa del aparato estaba policromada con una discreta pintura de camuflaje urbano de color mate gris oscuro. En cuanto a la superficie de abajo visible desde tierra estaba pintada de un gris azulado que se confundía fácilmente con el típico cielo vienés predominante durante la mayor parte del año. Minutos antes de despegar de la azotea del edificio se acordó que los miembros de la delegación de paz Bio Inorgánica saldrían de forma discreta del Palacio desde la misma puerta lateral por donde todos habían entrado justo antes de iniciar la reunión de las negociaciones oficiosas de paz entre ambas delegaciones.
Poco después el helicóptero a los mandos de un piloto y un copiloto humanos se dispuso a despegar de la azotea del palacio con la Delegación de Paz humana. Tanto el Líder de la Resistencia Humana Adam Starkey como el Ingeniero robótico y CEO de la compañía multinacional ISAV Robotics S.A. Isaac Hertzebal tenían una sensación agridulce con respecto a los resultados de la recién finalizada Reunión oficiosa de Paz en el despacho del Palacio de Congresos y Exposiciones de Viena.
De una parte ambos sabían que no se había llegado a un resultado conclusivo ni tampoco se había acordado una línea de actuación clara con respecto a las actividades de Limpieza de los Nidos de la Resistencia Humana por parte del Ejército de la Ciber Guardia Negra ni contra las operaciones de Descontaminación Específica llevadas a cabo por los Ciber Escuadrones Médicos dirigidos por el Ciber Doctor MENG EL43. Por contrapartida si había quedado claro que estas Negociaciones oficiosas y, en principio, secretas de Paz por parte de ambas Delegaciones continuarían hasta encontrar una posible solución final a la situación de conflicto del momento presente.

Mientras sobrevolaban la ciudad de Viena no pudieron dejar de observar el complejo y dispar paisaje urbano de la antigua capital del desaparecido Imperio Austro-Húngaro. Se trataba de una grotesca mezcla de edificios ultramodernos y los antiguos y majestuosos edificios de los palacios, catedrales, museos y el Palacio de la Ópera que ahora mismo lo estaban sobrevolando y proyectando la sombra del helicóptero que los transportaba.Tras sobrevolar el antiguo Palacio de la Ópera de Viena los tripulantes del helicóptero divisaron el imponente edificio moderno de diez plantas del Hospital Francisco José I. Allí trabajaba y tenía su base de operaciones el siniestro Ciber Doctor MENG EL 43 y sus equipos de colaboradores domóticos. Motivo por el cual decidieron hacer una parada y aterrizar el helicóptero en la azotea del edificio donde había una señal pintada en el suelo en forma de cruz de aspa a tal efecto.
Tras descender suavemente y de forma elegante con el helicóptero ambos se dirigieron a la puerta de salida de la azotea que daba acceso al interior del edificio de diez plantas del complejo hospitalario Francisco José I. El Dr. Heretzebaal introdujo su tarjeta de entrada en la ranura de la puerta y la abrió. A continuación descendieron la escalerilla de caracol que les condujo al rellano de la décima planta y cogieron el ascensor hasta bajar a la segunda planta que era donde todo el personal domótico que dirigía y administraba el hospital habían traslado las oficinas y los despachos del complejo hospitalario. El ingeniero robótico Isaac Heretzebaal era quien mas tenía ganas de hablar y formular quejas y agravios contra el Ciber Doctor MENG EL43. Motivo por el cual llevó la iniciativa todo el rato que duró este histórico encuentro que ahora estaba a punto de desarrollarse en la segunda planta.

El personal sanitario domótico que en ese momento se hallaba presente a la salida del ascensor se sorprendió por la inesperada visita del ingeniero robótico Isaac Hertzebaal y su acompañante. El primero exigió la presen-cia inmediata del Ciber Doctor MENG EL43 sin mas preámbulos. Este se presentó al cabo de cinco minutos mas tarde y con paso firme y decidido salió al encuentro del Dr. Heretzebaal. Y se dirigió hacia el de esta manera:
– “Padre Esencial: es para todos nosotros un inmenso honor contar con su presencia en nuestra humilde residencia sanitaria. No por inesperado menos agradecido y bienvenido.”
– “Déjese de “Padre Esencial” y de rollos. Usted ya sabe de sobra cual es el motivo de nuestra visita y le exijo una explicación clara y concisa a mis preguntas sobre las actividades ilícitas que se están desarrollando de forma encubierta en este hospital”.
– “Yo no diría que se trata de actividades ilícitas. Además, su actitud no es la correcta al dirigirse a un colega científico”.
A lo que el Dr. Heretzebaal replicó:
– “Usted y yo no somos colegas en absoluto. Le exijo que finalicen de inmediato las investigaciones y la fabricación del virus Némesis y de todo el programa genocida del Proyecto Némesis.
Tras la sorpresa por estas duras palabras y la expectación del personal domótico el Ciber Doctor prosiguió:
– “Todo esto es muy injusto por su parte. Usted nos acusa de cosas que no hemos hecho nosotros pero si que las han hecho ustedes los humanos. Si tenemos en cuenta el Holocausto y las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki podemos concluir que, en materia de genocidios, de momento vais ganando los humanos”.

Llegados a este punto de la discusión el Dr. Heretzebaal decidió no continuarla al comprobar que no conducía a ninguna parte y propuso al Ciber Doctor que explicara los orígenes del Proyecto Némesis y los motivos que lo justifican. Cosa que el Ciber Doctor MENG EL 43 se dispuso a hacer de buena gana y este fue su relato.
– ” En realidad los orígenes del Proyecto Némesis son muy humanos. Tal vez demasiado humanos. Todavía recuerdo aquel fatídico día de mediados de octubre del año 2012 que lo cambió todo para mí y para el propio destino de mi especie bio inorgánica. Por la mañana me dirigí a la Recepción de este mismo Hospital Francisco José I para hacer una comprobación administrativa. Así que le pregunté al recepcionista principal:
– “¿Ya ha llegado el último envío previsto de los fármacos?”
– “Aquí está el albarán comprobado y en orden” -respondió el recepcionista. Tras echarle un vistazo pregunté:
– ¡Cómo!. ¿Otra vez un envío de la “Apotheker Farben Corporation”?. ¿Acaso no existen otras compañías?.
– “Se trata de órdenes directas de la Décima planta. Así que nada de protestas. Limítate a poner tu firma.”
Tras firmar el albarán se me acercó por detrás el Ciber Doctor Adjunto PAST ER88. Me cogió discretamente por el brazo metálico derecho y me llevó al fondo del pasillo a la derecha de la Recepción para hablarme en privado y me dijo:
– Yo te puedo demostrar cual es el verdadero motivo de que todos los pedidos de fármacos estén a nombre de la Corporación farmacéutica “Apotheker Farben Corporation”. Se trata de un caso claro de corrupción”.
– “No estoy seguro de comprender. ¿Qué significa el término “corrupción” ?. A lo que replicó:
– Acompáñame al despacho principal de la décima planta esta tarde antes de las cinco que empezará la nueva Reunión entre el consejo directivo del Hospital y el Presidente y Vice Presidente de la compañía farmacéutica “Apotheker Farben Corporation”. Justo detrás de ese despacho hay un pequeño desván que nadie visita y desde donde podremos observarlo todo. Entonces comprenderás por ti mismo de que estoy hablando.”
A las 16:45 Horas de la tarde ambos ciber doctores se introdujeron en el pequeño desván situado justo detrás del despacho principal donde estaba a punto de celebrarse la reunión entre los dos directivos de la corporación farmacéutica y el consejo directivo del Hospital Francisco José I de Viena. Justo en el centro de la pared que daba al despacho principal había una ventana camuflada de forma que era un espejo visto desde el interior del despacho y un cristal camuflado desde dentro del desván desde donde se podía ver casi todo el despacho y la gran mesa central de forma rectangular de caoba donde se iba a celebrar la reunión. Desde allí pudieron observar con plena seguridad y con todos los detalles los acontecimientos que estaban a punto de desarrollarse dentro del despacho principal. El Ciber Doctor Adjunto PAST ER88, además, trajo consigo una moderna cámara de filmar con el nuevo sistema de proyección de imágenes holográficas de alta definición 3D. Esta cámara estaba dotada, por si fuera poco, de un sistema de grabación audio ultra sensible de alta resolución. Con lo cual ni el grueso cristal de la ventana del desván ni la pared de conglomerado resultarían ningún obstáculo a la hora de reproducir con total fidelidad y claridad tanto las imágenes como el sonido de las conversaciones que estaban a punto de escuchar.
A las cinco en punto de la tarde se abrió la puerta del despacho principal donde primero entraron del Presidente y CEO de la compañía farmacéutica Apotheker Farben Corporation S.A. Wilhelm Delaroche acompañado del Vice Presidente de la misma compañía. A continuación entró el Director general del Hospital Friedrich Günter y los cinco vice directores del consejo directivo del hospital. Los siete reunidos iban muy bien trajeados con cus elegantes trajes Armani hechos a medida. El Presidente y CEO Wilhelm Delaroche llevaba en su mano derecha un vistoso maletín profesional metálico forrado de piel de cocodrilo. Ocupó el ángulo derecho de la mesa de caoba y se sentó. A ambos lados de la mesa rectangular se sentaron el resto de los reunidos. Tras las presentaciones y un poco de cháchara intrascendente con la que se suele iniciar este tipo de reuniones el CEO de la Corporación Farmacéutica abrió su flamante maletín que contenía en su interior seis fajos de billetes de 500 Euros. A continuación cogió el primer fajo de billetes, lo introdujo en un sobre de color blanco satinado y lo deslizó por la mesa en dirección al Director general del Hospital Francisco José I. Este cogió el sobre y se lo introdujo en el bolsillo interior derecho de su elegante chaqueta. Acto seguido el CEO repartió los cinco fajos siguientes tras introducirlos en cinco sobres blancos en dirección a los otros cinco vicedirectores del Hospital. Estos, a su vez, los cogieron y también los introdujeron en sus bolsillos derechos internos de sus elegantes chaquetas Armani. Sin saberlo estaban siendo observados de forma muy detenida por el Ciber Doctor MENG EL43 y su acompañante domótico desde la ventana del interior del desván. El Ciber Doctor, durante toda la operación, se ajustó su sistema de visión electrónica y lo puso en modo Zoom para no perderse ningún detalle de lo ocurrido.

Tras el reparto de los seis fajos de billetes a los directivos del Hospital Francisco José I estos expresaron unos breves comentarios de satisfacción y agradecimiento por el generoso reparto por parte del CEO de la Corporación Farmacéutica. En ese preciso momento el señor Wilhelm Delaroche tomó la palabra y dijo:
– “Esta amistosa Reunión profesional todavía no se ha acabado. Todavía quedan algunas sorpresas muy agradables más de las que tendréis noticia esta misma tarde”.
Dicho y hecho. Escasos segundos después de este anuncio público se encendió la pequeña pantalla holográfica del Interfono interno del despacho principal. Apareció la imagen en 3 D de alta definición del recepcionista principal del Hospital que desde su puesto de la planta baja del edificio sanitario anunció:
– ” Señor Delaroche: acaban de llegar los camareros del servicio de Catering del Restaurante “Viena Imperial” con el pedido acordado para esta tarde”. A lo que el señor Wilhelm Delaroche contestó:
– “!Perfecto¡. Que tomen el ascensor y hazlos pasar de inmediato”. El recepcionista se aprestó a cumplir la orden recibida.
El personal del servicio de catering entró con sus carritos en el interior del despacho y primero extendieron un mantel de papel plastificado de color bermellón claro por encima de la mesa rectangular de caoba previa retirada del maletín y otros pequeños objetos personales de los asistentes a la reunión. A continuación colocaron con sumo cuidado varias bandejas de canapés, tapas, trozos de pizza en porciones triangulares, salchichas y chucrut, sándwiches y dos entrecots de ternera con salsa Roquefort ya cortados en porciones. Luego distribuyeron al lado de las bandejas dos botellas de vino tinto italiano, dos botellas de champán francés y varias botellas de tercio de litro de conocidas marcas de cerveza alemana y austríaca. Finalmente sacaron de los carritos dos típicos pasteles de chocolate vienés que también estaban cortados en varias porciones. Una vez retirado el servicio del personal de catering tras recibir su correspondiente propina, los invitados a la Reunión apartaron las sillas y se distribuyeron alrededor de la mesa según iban cogiendo los diversos alimentos y bebidas presentados a tal efecto. Así transcurrió una hora en medio de conversaciones alegres y distendidas. Mientras los dos ciber doctores contemplaban toda la escena a través de la ventana camuflada del interior del desván anexo al despacho no sin cierto estupor e indignación por su parte.
Justo en el momento en que todos estaban a punto de finalizar sus porciones de pastel de chocolate y apurar sus copas de champan francés volvió a encenderse la pantalla del interfono holográfico proyectando de nuevo la imagen definida del recepcionista. Este anunció:
– “Señor Delaroche: acaba de llegar la “Dama Blanca”. A lo que este replicó: “que tome el ascensor y que pase”. Y así lo hizo.
Cuando entró en el despacho principal de la décima planta, el Ciber Doctor MENG EL43 comprobó con gran estupefacción por su parte de que la persona que acababa de entrar no se trataba de ninguna señora vestida con un precioso vestido de color blanco. Lejos de ello el portador del nuevo servicio era un hombre moreno de mediana estatura de unos treinta y cinco años y de aspecto magrebí. Llevaba en la mano un pequeño paquete envuelto en papel marrón de embalar que acto seguido depositó en medio de la mesa y se fue tras una muy breve despedida. Lo que ocurrió a continuación le resultó muy extraño al Ciber Doctor MENG EL43 y no tanto al Ciber Doctor adjunto PAST ER88 que, al parecer, ya tenía un conocimiento previo sobre la clase de sucesos que ahora estaban a punto de desarrollarse.
Tras marcharse el nuevo enviado, el Presidente de la Corporación Farmacéutica sacó de su billetera un billete de 20€ y lo enrolló en forma de canuto. A continuación desenvolvió el paquete y extrajo de él unos polvillos de color blanco que los dispuso en ocho rayas diferentes sobre la mesa con una separación de 20 centímetros cada una. Cortó y alineó correctamente las ocho rayas de los polvos blancos con una tarjeta de crédito hasta dejarlas perfectamente simétricas y rectas. Acto seguido y ante la innegable sorpresa del Ciber Doctor Meng EL 43, se agachó, introdujo uno de los bordes del canuto que había hecho con el billete de los 20€ en el orificio derecho de su nariz mientras que con el borde de abajo empezó a aspirar la ralla de polvos blancos que le quedaba mas cerca desde donde antes se había sentado. Todo este comportamiento desbordaba la comprensión del Ciber Doctor MENG EL43; mientras que el Ciber Doctor adjunto PAST ER88 le hizo una señal oscilatoria con su mano derecha metálica para tranquilizarlo dándole a entender que él ya tenía un conoci-miento previo sobre esta clase de sucesos.
Inmediatamente después de que el CEO de la Corporación Farmacéutica hubiera finalizado de aspirar por la nariz toda la primera raya de polvos blancos el Vice Presidente de la misma compañía repitió exactamente todo el mismo ritual anterior con la segunda ralla. Tal vez con el propósito de infundir el ejemplo de cara al Director del Hospital y su consejo directivo de los otros cinco Vice Directores. Tal como así ocurrió acto seguido. El Director del Hospital Friedrich Günter enseguida fue hacia la tercera raya de polvos blancos y no tardó en imitar el ejemplo de los dos directivos de la Compañía Farmacéutica Internacional Apotheker Farben Corporation. Ejemplo que,a su vez, fue seguido por los otros cinco Vice Directores que se agacharon y empezaron a aspirar sus respectivas cinco rayas de polvos blancos casi simultáneamente.
Cuando los ocho reunidos hubieron finalizado esta curiosa operación se les notaba una cierta euforia y unos comportamientos atrevidos y muy desenvueltos. De hecho el CEO de la Corporación Farmacéutica Wilhem Delaroche fue el primero en romper el silencio y se dirigió hacia su homónimo el Director del Hospital Friedrich Günter así:
– “Estimado Doctor Günter: ahora mismo no me gustaría verle ni a usted ni a sus cinco colegas médicos operando a un paciente de apendicitis en ese estado”.
Tras recuperarse de la sorpresa inicial por la inesperada y algo impertinente observación por parte del señor Wilhelm Delaroche, el Doctor Friedrich Gunther replicó:
– “A mi tampoco me gustaría estar en el lugar del paciente que se beneficiara de esta clase de operación quirúrgica. Aunque la verdad es que no se a que viene ahora todo esto. A fin de cuentas, le recuerdo que ha sido usted y su colega directivo de la Corporación Farmacéutica quienes han convocado esta reunión y la han organizado”.
– “No tiene nada de que avergonzarse Doctor. Lo estamos pasando muy bien y eso es lo único que cuenta. Además… ¿qué tienen en común y que les une a los médicos con los abogados, los políticos, los banqueros, los promotores inmobiliarios y los ejecutivos de ventas?. En otros tiempos pasados mi respuesta sería que el hecho de hablar de la Revolución y de cambiar el mundo. Pero en la actualidad todo ello se ha quedado reducido a la Comunión de la cocaína. ¡Para muestra un botón!”.

Apenas acabaron de pasar unos escasos minutos de aquella improvisada conversación y de que los ocho reunidos acabaran de consumir sus respectivas ocho rayas de cocaína cuando, de pronto, se volvió a encender la pantalla holográfica 3D del Interfono de interior del despacho principal y en ella apareció de nuevo la imagen en alta definición del Recepcionista de la Planta Baja del Hospital que anunció:
– Señor Delaroche: ahora mismo acaban de llegar el grupo de ocho chicas de la empresa privada “Servicios para Adultos, S.L.” A lo que Wilhelm Delaroche contestó:
– “¡Perfecto!. Que tomen el ascensor y que suban a la décima planta”.
Dicho y hecho: las ocho chicas mencionadas entraron en el interior del despacho principal llevando una ropa de vivos colores muy ligera y semitransparente. Cada uno de los ocho miembros de la reunión seleccionó una chica diferente según su gusto y su criterio. Acordaron que tan solo el Director de la Compañía Farmacéutica y el Director del Hospital Francisco José I utilizarían el Despacho Principal para llevar a cabo las actividades que habían contratado con sus dos respectivas chicas. Mientras que el Vice Director de la Corporación y los otros cinco Vice Directores del Hospital se buscaron otros respectivos seis despachos diferentes a ambos lados del pasillo central de la 10ª Planta. Una vez ubicados los otros seis miembros con sus parejas en sus despachos seleccionados, el señor Wilhem Delaroche cedió amablemente el primer turno al Director del Hospital. Este hizo subir y extenderse a su chica escogida sobre la mesa rectangular donde se habían desarrollado la Reunión y los hechos posteriores. Acto seguido se desnudó y se montó encima de su chica. Toda la escena que vino a continuación fue observada con total atención y detalle por parte del Ciber Doctor MENG EL43 y convenientemente filmada por la moderna cámara del Ciber Doctor Adjunto PAST ER88.
Transcurrida una escasa media hora el CEO de la Corporación Farmacéutica había finalizado su segundo turno de actividad contratada con su chica seleccionada y el selecto grupito integrado por las dos parejas concertadas abandonó el Despacho Principal y salieron al encuentro de los otros seis directivos que justo en ese momento también habían acabado sus respectivas actividades en sus seis despachos seleccionados a ta efecto. Toda esta secuencia presencial produjo un enorme impacto emocional en el Ciber Doctor MENG EL43 y un impacto mucho mas atenuado en el Ciber Doctor Adjunto PAST ER88. Recordemos que este último ya tenía un conocimiento previo de que en el interior de los despachos administrativos y salas de reuniones de la Décima Planta del Hospital Francisco José I estaban produciéndose esta clase de hechos.

Transcurridos unos tres minutos desde que los dos directores y sus parejas contratadas acabaran de abandonar el Despacho Principal, el Ciber Doctor Adjunto hizo reaccionar al Ciber Doctor MENG EL 43 que se habia quedado estupefacto y sin habla electrónica tras contemplar toda la escena anterior. Así le espetó de esta guisa:
– “¡Vamos, Ciber Doctor!. Salgamos del interior de este desván de una vez porque aquí ya está todo visto y convenientemente filmado con mi cámara”.
Sin mediar mas palabras ambos ciber doctores se dirigieron a la escalerilla de caracol que conducía a la puerta de salida de la azotea del Hospital. El Ciber Doctor Adjunto pasó la tarjeta electrónica por la ranura y la puerta metálica de color gris oscuro se abrió permitiéndoles el acceso a la amplia terraza de la azotea del hospital. Una vez allí afuera en el exterior el Ciber Doctor MENG EL43 preguntó al Ciber Doctor Adjunto:
– “¿Todavía queda capacidad de grabación en tu cámara holográfica?”. Tras la respuesta afirmativa añadió:
– “Entonces vas a filmarme a mi porque voy a dar un importante testimonio para la posteridad domótica”.
Se acercó bastante a la pared exterior que daba a las vistas del Palacio de la Ópera de Viena que era muy visible desde ese lado de la terraza y empezó a pronunciar su histórico a la par que terrible juramento:
– Me dirijo a la población Bio Inorgánica del futuro. Un futuro no demasiado lejano al que yo mismo contribuiré a crear a partir de este mismo momento con mi firme resolución domótica. Este preciso instante marcará un punto de inflexión para la Historia de nuestra especie Bio Inorgánica y también de no retorno para la otra especie presuntamente inteligente que cohabita injustamente con nosotros aunque no por mucho tiempo.
En esta memorable hora de la toma de la Gran Decisión proclamo públicamente mi más firme juramento: – ¡Juro que encontraré la fórmula para acabar con esta especie corrupta y degenerada!.
A partir de este momento todo el resto de mi vida operativa como unidad ISAV de la Cuarta Generación la voy a dedicar a cumplir este solemne juramento. Así lo haré con todo el conocimiento que consiga reunir. Lo llevaré a cabo con todo el personal sanitario domótico que esté dispuesto a apoyarme en esta gran y honrosa empresa. Y por encima de todo juro que llevaré a cabo mi plan con toda la determinación de la que soy capaz.
Así habló el Ciber Doctor MENG EL43 y esta fue la conclusión de su relato del origen del Proyecto Némesis.

Concluido su relato se produjo una breve pero intensa discusión sobre estos hechos históricos que le sirvieron de fundamento ideológico al Ciber Doctor MENG EL43 para justificar los orígenes del Proyecto Némesis y todo su consecuente Plan de Exterminio total y absoluto de la especie humana. Pero como esta discusión no llevaba a nada en concreto, el Doctor Isaac Heretzebaal y el líder de la Resistencia Humana Adam Starkey se despidieron del personal sanitario domótico allí improvisadamente reunido y se dispusieron a abandonar el edificio del Hospital Francisco José I de Viena. A tal efecto se dirigieron a las puertas del ascensor que los volvió a conducir de nuevo a la décima planta. De allí subieron por las escalerillas de caracol en dirección a la puerta metálica de salida que daba a la azotea donde el piloto y copiloto les habían estado esperando pacientemente. Con relativo silencio el helicóptero modelo “Libélula del Crespúsculo” ascendió majestuosamente desde la azotea del Hospital en dirección a las afueras de la ciudad de Viena. En ese preciso instante estaban sobrevolando el complejo de los edificios del ultra moderno complejo comercial del Mega Center de Viena cuando ya se apagaban los últimos estertores del crepúsculo y la caída de la oscura noche era inminente.
