Tiempo era en el S XVIII que los pueblos europeos colonizadores se repartieron África, llegados a esta parte Francia conquisto Gabon. Unos burgueses adinerados se hicieron con unos esclavos negros de pura raza. William era uno de ellos. Fue comprado por dos monedas de oro y transportado por largo itinerarios hasta el sud de Francia, en Lyon donde vivía la familia.
Al principio fue tratado como un esclavo de carga y transportaba en su espalda cuarenta kilos de metales como el hierro o el acero, más dos bolsas de lino en cada brazo con alimentos cada vez que iba a buscarlos. William era fuerte y nunca se quejaba y siempre cumplía con las tareas que se le asignaba.
Pasados unos veinte años, le encomendaron tareas más fáciles, ya no llevaría tanto peso y saldría de la casa a comprar y a hacer de mensajero. Se encargó del corral de animales, lo construyó para ellos y les dió de comer. Se llevaba bien con ellos. Esto lo vio el comerciante y su esposo que empezaron a tenerle un cierto afecto..
Diez años mas tarde al propietario se la ocurrió que su hijo en edad escolar debía reforzar el nivel de lengua francesa y pensó en William, que lo hablaba perfectamente. Su hijo era muy indisciplinado y se dormía en los laureles pero entendía lo que quería entender. William se había convertido en el hombre de confianza de Jack.
Toda la familia estaba contenta con él y Jack lo empezó a ver no como un esclavo sino como una persona cercana a su servicio . William instruyó muy bien al hijo de Jack y pasó al curso siguiente con notas brillamtes. William ya había hecho de instructor a uno de sus hermanos menores que se llamaba igual que el niño, Carl. Empezó a recuperar el apetito de estudiar.
Llegados a este punto Jack decidió premiar a William y decidió darle su carta de libertad y el dia de la despedida le dio un abrazo y una carta con dinero, veinte monedas de oro William regresó a Gabon donde fue recibido casi como un héroe, por cantares con su familia y su gente. A partir de ahora tenía una idea en la cabeza. Quería construir una escuela para niños y niñas en su pueblo de Gabon, cerca de la capital Libreville, tierra colonizada por Francia, pero con su propia y marcada identidad.
Autor: Oriol Mestres Camps
Del libro: Historias para no olvidar
Edita: Creatius SE7
ISBN: 9781446732
