DIARIO DE UN “NINI”

Querido Diario:

Mi nombre poco importa. Soy uno de esos “Ninis” a los que todo el mundo critica y desprecia pero sin llegar a comprender. Aunque ya tengo la edad para haber acabado el 2o de Bachillerato, la verdad es que ni siquiera llegué a terminar el 4o de ESO. He oído decir que nos llaman Ninis porque ni estudiamos ni trabajamos. Y según algunos, además, ni queremos ni estudiar ni trabajar. Todo el mundo supone que estamos todo el día perdiendo el tiempo en la calle hablando de tonterías con otros Ninis igual de fracasados como nosotros. Como mucho se piensa que cuando no estamos pendoneando en la calle es porque nos hallamos encerrados en nuestra habitación “ocupados” con la Playstation y los videojuegos. No tenemos ningún futuro y sí muchas razones para dudar de nuestro presente. Sin oficio ni beneficio, somos el principal motivo de vergüenza para nuestros padres. La convivencia con mis viejos en casa es insoportable porque aprovechan cualquier motivo para desfogar su frustración y su justificable decepción por mi culpa. Eso me obliga a pasar todo el tiempo en la calle con mis colegas y, a veces, a ir al Locutorio-Internet para poder jugar a los videojuegos en paz.

Hoy he empezado este Diario personal aunque no tengo claro porque lo estoy haciendo. No lo va a leer nadie excepto yo y si lo llega a encontrar mi vieja, capaz que lo tira al contenedor de reciclaje de papel y cartón. Tampoco serviría de nada que se lo dejara leer a mis colegas. Ellos viven sus vidas tan fracasadas como la mía y su lectura solo serviría para aumentar su frustración y puede que hasta me ganara su resentimiento por expresar en este diario justamente todo aquello de lo que no quieren hablar ni se atreven a pensar. Así pues, mejor será que no llame al mal tiempo. Intentaré escribir aquí algo coherente pero la verdad es que no tengo ni idea de cuánto va a durar todo esto. Desde hace un tiempo a esta parte tengo la desagradable sensación de que cada día de mi vida es exactamente igual a los anteriores días y no veo la salida al túnel. Todos los días hago más o menos lo mismo, me reúno con los mismos colegas para hablar de las mismas monsergas de siempre y contarnos las mismas anécdotas y también los consabidos problemas comunes sin aportar ninguna solución.

Como cada mañana he esperado a que mi viejo se fuera al curro antes de levantarme y ponerme a desayunar. Así es como evito sus broncas y discusiones y, por lo menos, puedo tomar mi desayuno en paz. En cuanto a mi vieja, ya es harina de otro costal. Ella no me grita ni discute cuando no está mi viejo. Lo único que tiene es la mirada perdida y esa pose de víctima que ya le vale. Yo no le hago ni puñetero caso y paso de ella por completo cuando se pone así. Sobre las 10:00 H de la mañana me reúno con mi grupo de colegas en la fuente que está en el centro de la Plaza Principal de nuestro barrio. Somos un grupo habitual de 6 chicos de la misma edad. En ocasiones se nos juntan 2 o 4 chavales más. En mi opinión es mucho mejor que siempre seamos un grupo de número par. En los grupos impares siempre hay muchas más peleas y discusiones. Eso pasa porque en los impares siempre se hacen alianzas de dos contra uno y eso crea más tensión y conflictos.

Una vez reunidos allí, hemos charlado sobre los mismos temas y hemos despotricado sobre la misma gente como de costumbre sin acabar de aportar nada nuevo. Hoy no hemos podido fumar canutos; nuestro camello habitual ya no ha querido fiarnos. Nos hemos tenido que conformar con el tabaco normal de liar y un pack de latas de cerveza que hemos comprado en el colmado paqui de la plaza. Pasadas las 2 del mediodía salimos todo el grupo de la plaza para volver cada cual a su casa. Como siempre, pasamos por delante del Gym Colossus donde vimos a la salida a nuestro colega Paco “el cachas”. Se trata de otro Nini pero es mejor no meterse mucho con él porque está cuadrado hasta de cabeza. Entrena en ese gimnasio de 3 a 4 horas cada mañana. Tuvimos con él la discusión en plan cachondeo habitual sobre qué hace todo el día metido allí dentro. Pero esta vez nos lo encontramos preparado y nos replicó que lo que estaba haciendo era invertir en su futuro. Tras la quedada inicial le pedimos que se explicara mejor.

Argumentó que pronto el único curro que darían a los paletos sin futuro como nosotros sería el de porteros, matones y guardaespaldas de la mafia rusa cuando ya estuvieran definitivamente instalados en las costas de nuestro país. La verdad fué que ninguno de nosotros se atrevió a replicarle ni siquiera de broma por la evidente razón que tenía. A las 2 y media de vuelta a casa para papear mientras veo en silencio con mi vieja el Telenotícies y el Telediario del mediodía. Es una fea costumbre que no sirve para nada excepto para ponerte de mala leche por lo mal que va el país y el mundo en general. Por lo menos tengo la gran suerte de que mi viejo no come en casa sino en el comedor del curro. Esto me evita broncas hasta la hora de la cena en que, no necesito decirlo, son inevitables. Después de la siesta he vuelto a quedar con mis amiguetes del grupo a las 17:00 H de la tarde en la misma Plaza Principal.

Hemos intentado ligar con unas pibas que conocimos en las escaleras de la plaza, pero con muy poco éxito. Al principio parecía que todo nos salía bien. Eran muy simpáticas y se enrollaron muy bien con nosotros. Pero al cabo de un rato la que parecía ser la líder del grupo empezó a hacernos las típicas preguntas sobre de qué trabajas o qué estábamos estudiando y todo eso. Ahí se lió la troca porque no supimos cómo contestar algo diferente a lo que somos y a lo que tenemos en la realidad. Después de lo justo para disimular un poco a una de ellas se le ocurrió la socorrida excusa de que esa misma tarde ya habían quedado en otra plaza con otro grupo de amigos y que no podían retrasarse. Se lo montaron con algo de rollo sutil para que no se les notara demasiado que nos dejaban con la palabra en la boca, pero, al final, se largaron sin más.

Cuando ya se habían ido nos pasamos el resto de la tarde comentando y analizando lo que nos había pasado con las pibas pero, total, para no sacar nada en claro. Tan solo conseguimos amargarnos la tarde con reproches y recriminaciones en plan de viejos amargados y resentidos que, como es de esperar, no solucionan nada. Lo único que sacamos en positivo es ponernos de acuerdo para quedar por lo noche después de la cena en casa. Cuando llegué a la mía cené comida con discusiones con mis viejos por enésima vez. Aunque esta vez no me lo tomé a pecho porque no paraba de pensar todo el rato sobre el sitio en el que había quedado después con mis colegas y me encontraba como ausente. Lo de esta noche fue lo mejor de todo el día y por goleada. Volví a encontrarme con mi grupo de amiguetes en el punto acordado de la Plaza Principal. Eso fue a las 11 menos cuarto de la noche. Y a las once en punto salimos en dirección al local al que habíamos decidido ir por la tarde. El garito en cuestión se llama Sala Connection y se trata del bar musical de moda de nuestro barrio que abrieron al inicio del pasado verano y que tiene tanto éxito entre las peñas de nuestras edades. La verdad es que no es para menos. Este local tiene dos plantas totalmente insonorizadas y modernas. Las plantas son idénticas en tamaño y distribución del espacio y el mobiliario y decoración.

Solo se diferencian en el tipo de música que ofrece cada una de ellas. En la planta de abajo siempre ponen música country, blues y rock-pop de otras épocas anteriores. En la de arriba es donde ponen las novedades y la música de ahora mismo. No hace falta decir que nosotros siempre vamos a la planta de arriba porque nos identificamos más con las músicas de nuestra edad. Pero a mí lo que más me mola de este garito es que allí te puedes encontrar con toda clase de fauna urbana y todo encaja sin más.

Todos los freakies que te puedes echar a la cara y todas las tribus urbanas parecen darse cita en ese local. Allí encuentras de todo: pijos, heavys, mods, rockers, punkies, skins, trekkies, frodos, frikis, otakus, extreme ́s, nerds, outsiders, losers, intelectuales pajilleros y también a los epígonos de la movida y de la posmodernidad.Lo mejor es que a estas alturas de la película ya nadie se extraña de nada y no suele haber peleas ni discusiones entre los varios grupos que coinciden allí. Cada peña va a lo suyo y suele ignorar a todas las demás. Una vez apalancados en nuestro rincón habitual nos solemos poner hasta el culo de tanques de cerveza de barril que es la consumición más barata. En cuanto a los cubatas y a los whiskies con hielo ya invertiremos en ellos cuando consigamos ascender en la escala social. De momento nuestro ascensor social todavía se encuentra varado en el taller de reparaciones. Estuvimos casi tres horas dentro de la segunda planta del Sala Connection.

A las 12 y media vimos aparecer por la entrada de nuestra planta al grupito de pibas con las que habíamos intentado ligar en esa misma tarde. Pero disimulamos y no les dijimos nada porque vimos que iban acompañadas cada una con otros chicos y es mejor no liar la troca. Ellas también nos ignoraron y fueron a lo suyo y así no ocurrió nada. Cuando falta un cuarto de hora para las dos de la madrugada siempre ponen en las dos plantas un tipo de música muy lenta y soporífera que es la indirecta para decirle a la clientela que ya tiene que empezar a desfilar de allí. Porque a las dos en punto cierran el garito. Lo hacen para cumplir con el rollo de las normativas municipales sobre locales de ocio nocturno durante los días laborables. !Otra vez la dichosa política!. En mi modesta opinión los políticos son todos unos corruptos y unos mamones que solo piensan en robar, colocar a sus enchufados y en dar por el culo al resto del personal. Puedo expresar esta opinión porque, a fin de cuentas, nada va a salir de este diario que es personal. Y aunque lo llegara a leer alguien más ¿a quién le importa lo que piense un Nini?. Lo chocante ya es que un tío como yo escriba un diario. De hecho, los Ninis no escriben diarios al igual que, según se suele decir, los pobres no tenemos historia.

Me gustaría decir que eso fué todo lo que pasó y acabar esta parte del diario aquí. Pero al salir de la Sala Connection tuvimos un incidente que estuvo a punto de estropear la jornada. Justo al salir en grupo del garito se nos acercó de frente un conocido indigente y sin techo del barrio. Estaba borracho como una cuba y caminaba hacia nosotros haciendo eses. Nos reconoció y nos pidió dinero con insistencia y en un tono amenazante. Consiguió cabrearnos lo suficiente como para, sin pensarlo, nos abalanzamos hacia él y le propinamos una lluvia de hostias. Al poco rato uno del grupo le hizo la tijera en la pierna izquierda mientras le empujaba hacia adelante. Entonces el indigente perdió el equilibrio y cayó al suelo de espaldas. Momento en que otro del grupo se le sentó encima de sus piernas para poder inmovilizarlo mientras un tercero se sentó en cuclillas sobre su pecho y le empezó a dar una colección de tortas con toda la rabia que consiguió reunir. No tardó en sangrar por la nariz y por el labio superior. El pavo no paraba de chillar como un cerdo y eso atrajo la atención de un coche patrulla de los mossos d ́ esquadra que en ese momento hacía la ronda en esa calle. Al ver como se nos acercaba la pasma salimos corriendo como alma que lleva el diablo atravesando el callejón que divide en dos la manzana de enfrente. A la salida del callejón cada uno de nosotros continuó corriendo en direcciones diferentes para así despistarlos y que no pudieran detenernos y llevarnos a declarar en comisaría.

Así llegué al portal de la entrada principal del edificio donde vivo con mis viejos y cogí el ascensor a toda leche en dirección a mi planta, abrí la puerta de casa y me precipité en mi habitación tope sudoroso y con el corazón palpitando hasta casi salirse. Por suerte mis viejos estaban sobando y no me oyeron entrar. Esto me ha permitido escribir estas notas de inicio de mi Diario personal evitando una segura bronca por parte de ellos. Lo he transcrito todo a un documento de Word que acabo de archivar en una nueva carpeta en la pantalla de mi ordenador a la que he puesto el título de Diario de un Nini. En principio tendrá un uso privado y por ahora no tengo la intención de divulgar estos documentos por Internet trasladándose a una página Web diseñada por mí o a un Blog personal. Pero, ¡un momento!; cuando ya debería llevar tres horas sobando en mi catre, justo ahora me está entrando el gusanillo de la inspiración. Se me acaba de ocurrir que podría redactar un Manifiesto de los Ninis. Y si me queda resultón hasta lo podría colgar en mi Facebook. De momento voy a ver como me sale y luego ya decidiré lo que hago.

MANIFIESTO DE LOS NINIS.

A vosotros me dirijo, oh Ninis de todo el mundo, porque:
Ni tenéis oficio ni obtendréis ninguna clase de beneficio.
Ni tenéis futuro y se os está escapando el presente.
Ni os darán trabajo ni vais a cobrar de la Seguridad Social
Ni se tendrá en cuenta vuestras opiniones personales.
Ni contareis a la hora de hacer el recuento de los votos.
Ni os haréis famosos porque uno por uno no sois nadie.
Ni os harán caso los sindicatos al no poder pagar cuotas.
Ni os van a entrevistar en los medios de comunicación.
Ni tenéis identidad porque sois invisibles para la sociedad.
Ni se os acercarán los vendedores excepto los de hachís.
Ni tampoco los estudiosos del mercado, pues no valéis para él.

A vosotros me dirijo, oh Ninis de todo el mundo, porque:
Ni sufrireis la conjura de los necios porque ellos no
encontrarán nada de que conjurarse contra vosotros.
Ni se os concederá crédito bancario alguno pues los
ladrones institucionalizados siempre os lo negarán.
Ni obtendréis la complicidad de los mejores abogados
pues ellos solamente lavan los delitos de guante blanco.
Ni os darán cobertura mediática ni prensa ni televisión
porque ellos solo se ocupan de la podredumbre instalada.
Ni ningún historiador al uso va a escribir vuestras crónicas
puesto que serían las crónicas de los don nadies en serie.
Ni ningún Gurú mediatico se hará eco de vuestras voces
porque son voces ajenas a la autocomplacencia oficial.
Ni tendréis el apoyo de ningún monopolizador de lo social
que se haga eco de vuestros ahogados gritos del silencio.

A vosotros me dirijo, oh Ninis de todo el mundo, porque:
Si podéis contar con la seguridad de ir hacia la inevitable Exclusión Social.
Sí viviréis mucho peor que la generación de vuestros padres y de los abuelos.
Si seréis los parias de la Tierra pero sin ningún Partido que quiera defenderos.
Si os vais a convertir en lumpenproletariado del Futuro pero sin pertenecer a él.
Si estaréis en boca de los políticos pero sólo como adorno de sus discursos
Si que se os negará hasta el lamentable derecho de acabar sobreendeudados.
Por todas las razones que he expuesto y por las que me he dejado, os proclamo:

¡Ninis de todo el mundo: Uníos!.

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