Pablo Ruiz Picasso fue un pintor, escultor, ceramista y artista gráfico español que nació en la ciudad de Málaga el año 1881. Desde una edad muy temprana consiguió demostrar una extraordinaria aptitud para el dibujo. No en vano su padre era profesor de dibujo y pintor. En 1900 realizó su primer viaje a Paris y a partir de ese momento hasta el año 1904 alternó sus estancias en la capital francesa con la ciudad de Barcelona, donde llevó a cabo estudios de Bellas Artes. Sus primeras obras estuvieron influidas por el estilo del pintor postimpresionista francés Toulouse-Lautrec. Sus cuadros de esa época representan escenas callejeras y de cabaret en las que se nota de forma evidente el estilo postimpresionista del citado pintor. Pocos años después su gran referente pictórico fue el artista Henri Matisse, creador del estilo fauvista.
En el año 1901 expuso unos setenta y cinco cuadros en la galería de Vollard, el cual quedó muy impresionado por su virtuosismo precoz. Durante ese mismo año el pintor malagueño inició su famoso “período azul”. Constituido por obras pictóricas en las que representó a personajes pobres y marginados a los que situó en una atmósfera triste y melancólica: Lo que expresaba a traves del uso de tonos cromáticos de la gama fría, sobre todo el color azul. En 1905 comienza una nueva etapa pictórica a la que llamó su “período rosa”. Etapa finalizada al siguiente año 1906. En esta fase desaparecen el color azul y los tonos fríos para dar paso a una etapa más serena. Caracterizada por tonalidades mas claras, predominando el rosa y el gris. En estas pinturas los protagonistas son personajes del mundo del circo tales como acróbatas, bailarines y arlequines. En 1907 el marchante Kahnweller se hizo cargo de la producción artística de Picasso al mismo tiempo que éste iniciaba su obra escultórica. Entre 1906 y 1909 desarrolló su “período negro”, muy influenciado por el arte africano y en el que desarrolló sus propias investigaciones en torno al análisis y la simplificación de las formas.

Su cuadro “Les demoiselles d´Avignon” (1906-07) es la obra que inauguró su período cubista por el que fue universalmente conocido desde entonces. Se trataba de un nuevo concepto plástico que desarrolló junto al pintor francés George Braque y poco después con el pintor español Juan Gris. Si tuviésemos que definir esta nueva tendencia artística diríamos que se caracteriza por la descomposición de la imagen tomada desde diversos puntos de vista y por la representación del volumen en un plano. Evolucionó del cubismo analítico (1907-11) en el que se descompone la forma plástica al cubismo sintético (1912-14) en el que la imagen se recompone en una síntesis volumétrica. En esta etapa empleó la técnica del papier collé y del collage en sus composiciones. Destacan entre sus obras de aquel período: “El papel y la guitarra” (1913), “Naturaleza muerta con frutas y violines” (1913), “El jugador de cartas” (1914) y “arlequín” (1915).

Picasso nunca tuvo la intención de imitar la realidad para engañar. A este genial pintor le estaba reservado el derribar definitivamente lo tradicional por medio de la invención del cubismo. En lugar de la perspectiva central aparece una visión del objeto que lo reproduce desde varios ángulos visuales al mismo tiempo. La antigua geometría del cuadro, que antes estaba orientada a la percepción de la realidad, se amplía ahora a una estructura autónoma que sólo se puede desarrollar en estos cuadros; la iluminación tradicional del espacio da paso a una distribución de la luz y sombra que va cambiando de elemento en elemento. Se trata de una nuava percepción de la realidad y un nuevo método de inventar la verdad lo que hace posible la ruptura de la norma. El cuadro de Picasso titulado “Autorretrato con paleta” del año 1906 es el precursor inmediato de su etapa cubista que estaba a punto de comenzar de forma inminente.

En la primavera de 1907 compuso su obra “Autorretrato”. En ella la línea es el medio de conformación dominante. Las pinceladas gruesas y rápidas marcan los rasgos de la cara. También delimitan las restantes superficies que están llenas de color, casi sin modelado. Incluso en algunas partes el lienzo está sin pintar. En un boceto de las “Señoritas de Aviñón” Picasso primero dibuja los contornos con trazos muy rápidos, después rellena las superficies con colores chillones para, al final, marcar los contornos angulosos con color negro. El cuerpo y la cabeza se descomponen en planos quebrados.Para la versión definitiva de las “Señoritas…” Picasso quiso destruir todo al mismo tiempo. El mito de la belleza femenina fue lo que menos le importaba. Consiguiórevelarse contra la imagen que la gente tenía de él como pintor. De hecho, este cuadro se rebeló contra todo el Arte occidental desde el Renacimiento. Para inspirarse Picasso había visto con anterioridad esculturas ibéricas y africanas cuyas formas primitivas fueron las que llevaron a la estilización de las proporciones y formas naturales, a la rigurosa geometrización y finalmente a la deformación radical. Primero tanto Apollinaire como George Braque rechazaron el cuadro porque les resultaba incomprensible.Cuando los ataques verbales finalmente cesaron, los artistas se sintieron atraídos por la renovación artística de la nueva estética. Dicho en otras palabras: acababa de nacer el Cubismo. Uno de los movimientos artísticos más importantes y revolucionarios de todo el siglo XX.

Al cubismo de Picasso se le unieron otros artistas, el más importante fue George Braque. De hecho, rivalizó con él en el desarrollo de la nueva pintura. Pese a ello, llegaron a ser grandes amigos. Durante años probaron y exploraron juntos las posibilidades del cubismo. Primero de todo se trasladaron al campo en verano de 1908 y, tras su regreso, pudieron comprobar el extraordinario parecido que existía entre sus respectivas pinturas. Con el cuadro “Frutero y pan encima de una mesa” logró satisfacer la exigencia de Cézanne de simplificar las formas a círculos, óvalos y rectángulos y en segundo lugar demostrar su nueva concepción del espacio. A partir de entonces el espacio del cuadro ya no va a ser organizado más por medio de la perspectiva central, sino que cada objeto individual va a ser reproducido desde varios ángulos visuales. De forma que, por ejemplo, se puede ver el frutero desde arriba pero la base de la taza queda oculta a la vista de los espectadores.

La geometrización que anteriormente incluía las típicas formas de objetos sencillos tales como tazas o similares y que facilitaba la identificación del objeto, ahora hace difícil la identificación de las personas. La reproducción de rasgos individuales y la geometrización creciente que conlleva la igualación de las formas parece que se excluyen. Pese a ello se mantiene el equilibrio entre sus dos líneas principales: naturalismo y abstracción. A la par que la orientación a la realidad y esfuerzo por mantener la autonomía del Arte. Picasso nunca pintó cuadros que fueran única y exclusivamente naturalistas pero tampoco pintó cuadros totalmente abstractos. Llegó al clímax de su fase cubista. En primer lugar predominó el naturalismo, después la abstracción obtuvo la hegemonía de sus cuadros. Las líneas pueden interpretarse de dos formas distintas: como elementos de una geometría autónoma y al mismo tiempo también como solapa de la chaqueta, como pañuelo del bolsillo superior o como brazo.

La fragmentación de los objetos aumenta en los años siguientes. En esta época Picasso pinta sobre todo naturalezas muertas cuya conformación estaba ya caracterizada por sus formas geométricas con las cuales el espectador ya estaba familiarizado. En el cuadro “Bodegón con guitarra” (1922) imita el procedimiento del papier collé por medio de la pintura. Está considerado como un tardío cántico de la pintura cubista de Picasso. El punto culminante del cubismo sintético no se encuentra en los cuadros hechos con recortes pegados sino en la pintura de Picasso en la que el artista malagueño contrapone las diferentes superficies de colores a modo de pedazos de papel cortado. En el cuadro de 1915 “Arlequín”, las superficies de colores se tambalean sin unión ninguna con el fondo negro que las encuadra. El arlequín no puede ser identificado como tal porque su ropa de rombos es en realidad una muestra abstracta.
