Este ensayo de literatura complemeneta la información facilitada en el anterior ensayo de cine titulado: “40 Aniversario: 1984, la película”. Su función más inmediata consiste en relacionar el citado filme del ensayo anterior con la novela homónima del escritor británico Georges Orwell de la que procede. De esta manera la Redacción de esta revista ofrece a nuestros estimados lectores un marco comparativo y unas claves de interpretación de la novela y su adaptación.
1984 (en su versión original en inglés: Nineteen Eighty-Four) es una novela política de ficción distópica, escrita por George Orwell entre 1947 y 1948 y publicada el 8 de junio de 1949. La novela popularizó los conceptos del omnipresente y vigilante Gran Hermano o Hermano Mayor, de la notoria Habitación 101, de la ubicua policía del pensamiento y de la neolengua, adaptación del idioma inglés en la que se reduce y se transforma el léxico con fines represivos, basándose en el principio de que lo que no forma parte de la lengua, no puede ser pensado.
Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad orwelliana, una sociedad donde se manipula la información y se practica la vigilancia masiva y la represión política y social. Sin embargo, no hay que olvidar que estos elementos ya aparecen en la novela rusa Nosotros (1924) de Zamiatin, en la que se inspiró Orwell, y que se considera la novela fundadora de la novela distópica contemporánea. La novela de 1984 es, sin embargo, mucho más popular y el término “orwelliano” se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en la novela. La novela fue un éxito en términos de ventas y se ha convertido en uno de los más influyentes libros del siglo XX. «No creo que la sociedad que he descrito en 1984 necesariamente llegue a ser una realidad, pero sí creo que puede llegar a existir algo parecido», escribía Orwell después de publicar su novela. Corría el año 1948, y la realidad se ha encargado de convertir esa pieza -entonces de ciencia ficción- en un manifiesto de la realidad.
En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso y su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos. Hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete. 1984 se desarrolla en Londres: su protagonista, Winston Smith, decide rebelarse ante un gobierno totalitario que controla cada uno de los movimientos de sus ciudadanos y castiga incluso a aquellos que delinquen con el pensamiento. Consciente de las terribles consecuencias que puede acarrear la disidencia, Winston se une a la ambigua Hermandad por mediación del líder O’Brien. Sin embargo, nuestro protagonista va comprendiendo que ni la Hermandad ni O’Brien son lo que aparentan, y que la rebelión quizá sea un objetivo inalcanzable. Orwell adelantó en esta novela de ficción distópica de 1949 muchos elementos de la sociedad actual: la dependencia tecnológica, la desinformación y manipulación de los hechos, el control de nuestros datos y de nuestra vida de un Estado vigilante, cámaras por todas partes, las redes sociales y el fomento del odio… todo esto está escrito en esta novela. Por su magnífico análisis del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos, 1984 es una de las novelas más inquietantes y atractivas del siglo XX.

1984 es una de las novelas de Orwell de mayor carga política; una advertencia trazada con arte contra los peligros de una sociedad totalitaria y, asimismo, una de las novelas más famosas de este género. Su protagonista principal, Winston Smith, es un insignificante miembro del Partido que gobierna En la ciudad de Londres. Todos sus movimientos son monitorizados a través de las telepantallas independientemente de donde vaya. Siempre es observado en todo momento por el omnisciente líder del partido, el Gran Hermano.
En el momento en que arranca la novela, el Partido trata de erradicar cualquier posibilidad de rebelión política a través de la eliminación del idioma de todas las palabras que se refieren a ella y desarrollando una “neolengua” expurgada. El “crimental” o pensamiento criminal, entendiendo por tal los pensamientos de rebeldía, es ilegal. Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad, dedicado a alterar los datos históricos en beneficio del partido, se siente frustrado y oprimido por las continuas prohibiciones relativas al pensamiento libre, el sexo y la individualidad. Compra de forma ilegal un diario para escribir en el sus propios pensamientos y se pasa las veladas errando por las zonas pobres donde viven los proles, relativamente libres de la monitorización de las omnipresentes telepantallas. Smith inicia una aventura amorosa ilícita con Julia, una empleada y compañera del partido. Más adelante, en la Habitación 101, el protagonista va a enfrentarse a sus peores temores: debe renunciar al amor por Julia para así poder recuperar su libertad. Cosa que hará con el espíritu roto y con una completa sumisión al partido.
En el año 1949, durante los comienzos de la llamada era atómica y justo antes de que la televisión se hiciera tan popular, el universo monitorizado creado por George Orwell a tan corta distancia en el futuro resulta aterrador. Nos encontramos frente a una novela muy importante no solo por su advertencia contra una autoridad abusiva, -y su irónica contribución a la televisión actual-, sino por sus intuiciones sobre la manipulación del lenguaje, la historia y la psicología del control y del miedo. Todas ellas cuestiones que todavía resultan más pertinentes en la actualidad que en el momento histórico en que George Orwell escribió su célebre novela “1984”.

Sociedad descrita en la novela.
La novela se desarrolla en el año 1984 y siguientes en un futuro Londres, parte de una región llamada FRanja Aérea Nº 1, «… que alguna vez fue llamada Inglaterra o Britania integrada, a su vez, en un inmenso estado colectivista: Oceanía. La sociedad de Oceanía está dividida en tres grupos. Los miembros “externos del Partido Único, los miembros del Consejo dirigente o círculo interior del partido y una masa de gente, a la que el Partido mantiene pobre y entretenida para que no puedan ni quieran rebelarse, los proles (proletarios). Los miembros “externos” constituyen la burocracia del aparato estatal (de ahí la necesidad de la estricta vigilancia), viven sometidos a un control asfixiante y a una propaganda alienante que los desmoraliza y les impide pensar críticamente. El estado suprime todo derecho y condena a una existencia poco más que miserable, con riesgo de perder la vida o sufrir vejámenes espantosos, a aquellos que no demostrasen suficiente fidelidad y adhesión a la causa nacional. Para ello se organizan numerosas manifestaciones, donde se requiere la participación activa de los miembros, gritando las consignas favorables al partido, vociferando contra los supuestos traidores y dando rienda suelta al más desaforado fanatismo. Solo con fervor fanático se puede escapar a la omnipresente vigilancia de la policía del pensamiento.
Los ministerios
Los ministerios de Oceanía son los siguientes:
- El Ministerio del Amor (Miniluv en neolengua, la versión castellana lo traduce como Minimor) se ocupa de administrar los castigos, la tortura y de reeducar a los miembros del Partido inculcando un amor férreo por el Gran Hermano y las ideologías del Partido.
- El Ministerio de la Paz (Minipax) se encarga de asuntos relacionados con la guerra y se esfuerza para lograr que la contienda sea permanente. Si hay guerra con otros países, el país está en paz consigo mismo. (Hay menos revueltas sociales cuando el odio y el miedo se pueden enfocar hacia fuera, como señala la psicología social ).
- El Ministerio de la Abundancia (Miniplenty o Minidancia) encargado de la economía planificada y de conseguir que la gente viva siempre al borde de la subsistencia mediante un duro racionamiento.
- El Ministerio de la Verdad (Minitrue o Miniver) se dedica a manipular o destruir los documentos históricos de todo tipo (incluyendo fotografías, libros y periódicos), para conseguir que las evidencias del pasado coincidan con la versión oficial de la historia, mantenida por el Estado.
Superpotencias
El mundo está dividido en tres superpotencias:
- Oceanía,donde impera el Ingsoc, acrónimo (en idioma Newspeak) para “socialismo inglés”. Oceanía comprende el Reino Unido, Irlanda, toda América, Australia, Nueva Zelanda y el sur de África.
- Eurasia, donde impera el neobolchevismo. Eurasia comprende la Unión Soviética (incluida la parte asiática) y Europa (excepto Islandia, el Reino Unido e Irlanda).
- Eastasia, (Estasia en una traducción al español), donde impera la «adoración de la muerte» o «desaparición del yo». Estasia comprende China, Japón y Corea.
Además, hay diversas zonas del mundo que están siendo disputadas entre las tres superpotencias, estos territorios en disputa son los únicos territorios que pasan de unas manos a otras, el resto del mundo siempre pertenecen a su correspondiente nación.

Guerra.
Los tres grandes Estados mantienen una guerra «eterna». Esta guerra se caracteriza porque siempre hay dos naciones que se alían contra la otra y siempre alguna nación acaba traicionando a su aliada para aliarse con su enemigo (esto podría ser una referencia al pacto germano-soviético en la Segunda Guerra Mundial).
La novela empieza con una guerra de Oceanía y Asia Oriental contra Eurasia, luego es Oceanía y Eurasia contra Asia Oriental y la novela termina, de nuevo, con una guerra de Oceanía y Asia Oriental contra Eurasia (no queda claro el tiempo que transcurre en la novela, pero no transcurre mucho). Cuando Oceanía cambia de aliado, el Gobierno cambia los registros del pasado para hacer creer que su aliado actual ha sido siempre su aliado en esta guerra, y cualquier prueba que indique lo contrario ha sido obra de conspiradores dirigidos por Goldstein que manipulan la verdad para volver al pueblo de Oceanía contra sus aliados y hacerles perder la guerra.
El libro de Goldstein (del cual no se sabe que parte es veraz) dice que las tres naciones no creen en la victoria y no quieren que la guerra acabe, ya que el objetivo de la guerra es mantener al pueblo pobre, ignorante y que transmita todo el odio que siente por su precariedad contra países extranjeros. Mantener la producción armamentística, prácticamente el único tipo de producción abundante en esta distopía, también provoca un estado de guerra continuo entre los tres super estados, que han de seguir manteniendo dicha industria a toda costa.
El Partido Ingsoc.
El Partido Socialista Inglés, conocido por su acrónimo Ingsoc (Socialismo Inglés en neolengua), es la organización a la que han de pertenecer todas las personas, a excepción de los «proles», que con todo constituyen la inmensa mayoría de la población. Estos últimos están mantenidos en la miseria más abyecta, pero se les entretiene de diversas formas por parte del Partido para preservarlos contentos en su situación. Prácticamente solo saben obedecer órdenes y se los considera incapaces de rebelarse; se les conceden los mismos derechos que a los animales y, de hecho, la Policía del pensamiento apenas los vigila: «a los proles se les permite la libertad intelectual porque no tienen intelecto alguno».
Al frente del Partido está el Gran Hermano, quien es el guardián de la revolución, comandante en jefe y juez supremo; pero sobre todo la encarnación de los ideales del Partido ubicuo, único y todopoderoso que vigila sin descanso todas las actividades cotidianas de la población, al punto que inclusive, en las calles y casas hay dispositivos de vigilancia para conocer todos los actos de cada individuo («tele pantallas»). Irónicamente, Orwell insinúa la posibilidad de que el Gran Hermano ni siquiera sea una persona real, sino un mero icono propagandístico.
La familia es apenas tolerada por la ideología del Partido. Es una práctica común la denuncia de traición al Partido por parte de hijos pequeños a sus padres.
Lemas del Partido
Los lemas del Partido son:
“Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza”
En la novela un miembro del Partido Interior, de nombre O’Brien, explica su significado invirtiéndolos.
- La Guerra es Paz: ya que la guerra provoca que los ciudadanos no se levanten contra el Estado ante el temor al enemigo, de esta manera se mantiene la paz. Por eso O’Brien dice que su verdadero sentido sería: “Paz es Guerra”
- La Libertad es Esclavitud: pues el esclavo se siente libre al no conocer otra cosa, de este modo “Esclavitud es Libertad”
- La Ignorancia es Fuerza: debido a que la ignorancia evita cualquier rebelión contra el Partido, por lo cual “La Fuerza es Ignorancia”, concluye O’Brien.

Sinopsis.
El personaje principal de la novela es Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad. Su cometido es reescribir la historia, ironizando así el ideal declarado en el nombre del Ministerio. Tras años trabajando para dicho Ministerio, Winston Smith se va volviendo consciente de que los retoques de la historia en los que consiste su trabajo son solo una parte de la gran farsa en la que se basa su gobierno, y descubre la falsedad intencionada de todas las informaciones procedentes del Partido Único. En su ansia de evadir la omnipresente vigilancia del Gran Hermano (que llega inclusive a todas las casas) encuentra el amor de una joven rebelde llamada Julia, también desengañada del sistema político; ambos encarnan así una resistencia de dos contra una sociedad que se vigila a sí misma.
Juntos Winston y Julia creen afiliarse a la Hermandad, un supuesto grupo de resistencia dirigido por Emmanuel Goldstein —un personaje casi tan ubicuo y omnipresente como el propio Gran Hermano, el ‘Enemigo del Pueblo’, traidor a la Revolución y escritor de ‘El Libro’, el cual Winston lee hasta llegar a comprender los mecanismos del doblepensar, herramienta base de dominación del Partido— y que es en realidad uno más de los instrumentos de control del Partido.
A través de una historia intrincada, con temas como el lavado de cerebro, el lenguaje, la psicología y la inventiva encaminados al control físico y mental de todos los individuos, la educación totalitaria de la juventud, etcétera, Orwell relata la historia trágica y aparentemente emancipadora de Winston Smith y Julia, quienes tratan de escapar de un sistema donde la intimidad y el libre pensamiento están prohibidos.
Al descubrir que los presuntos “miembros de la resistencia” formaban parte también del mecanismo represor, los protagonistas son encerrados por la Policía del pensamiento y sometidos a tortura en el Ministerio del Amor. Winston es obligado a reconocer que un enunciado evidentemente falso como 2+2=5 es en realidad verdadero. Su fortaleza sorprende a los torturadores en la Habitación 101, pero todo no es más que parte de una alienada pesadilla. Winston acaba, tras largos e inhumanos meses, aceptando interiormente que la verdad es lo que el partido dice y no lo que su intelecto deduzca, o ni siquiera lo que sus sentidos perciban. Al final Winston reencuentra a Julia, que ha sido también torturada, pero ambos son incapaces de mantener en sus mentes alguna sensación de cercanía y se separan como dos extraños. Se indica entonces que la finalidad del Partido Único se había cumplido, pues de hecho el amor entre Winston y Julia ha desaparecido, reemplazado por el amor hacia el Gran Hermano, único sentimiento afectuoso tolerado por el régimen. No obstante, lo único que Winston sabía era que desaparecería de la noche a la mañana, sin dejar ni una huella o algún conocido, incluso alguna evidencia de haber existido. Sabía también cómo sería su muerte, siendo lo único de lo que tuvo certeza en toda la historia.

Ahora vamos a referirnos a los temas sobre los que trata esta célebre novela. En este sentido lo primero que diremos es que 1984 presenta una extrapolación de prácticas del comunismo y el fascismo, especialmente en relación con experiencias de Orwell en la guerra civil española, tales como los sucesos de mayo de 1937, que él describe en su obra “Homenaje a Cataluña” (1938).
El Ingsoc, la ideología del estado totalitario en el que transcurre la novela, es una corrupción de English Socialism.
- La «V» del emblema del Ingsoc es una parodia de la «V» de la victoria utilizada por los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Esta «V» se utiliza también en el envase de los cigarrillos de la Victoria y de la ginebra de la Victoria.
- La «reescritura del pasado», trabajo de Winston Smith en el Ministerio de la Verdad, era práctica habitual en la Unión Soviética, además de las mentiras habituales en la propaganda de guerra. En la Unión Soviética Stalin tuvo la costumbre de eliminar los nombres de sus enemigos de la prensa, libros, registros históricos y documentos de archivo. Tal medida incluía a los escritos de tales personajes, los cuales eran sacados de la circulación y destruidos. Incluso las fotografías oficiales resultaban retocadas por la censura del régimen para eliminar de allí a los «personajes incorrectos». Víctimas de esta práctica fueron León Trotski, Nikolái Bujarin. Grigori Zinóviev y muchos otros líderes políticos. La práctica de no mencionar a León Trotski, a pesar de la gran importancia que tuvo en los primeros años de la Unión Soviética, continuó también después de la muerte de Stalin. En la Edad Antigua se ha usado también la damnatio memoriae, llamada abolitio nominis en el Imperio Romano, algo similar a la «vaporización».
- El Gran Hermano es una copia, hasta en los detalles físicos del personaje, del culto a la personalidad de Iósif Stalin.
- Emmanuel Goldstein, el «Enemigo del Pueblo», está inspirado en León Trotski, siendo comunes a ambos personajes (el real y el creado por Orwell) las siguientes características:
- Ambos participaron y fueron personajes importantes en las primeras etapas revolucionarias.
- La descripción del aspecto físico de Goldstein coincide con la de Trotski.
- Goldstein y Trotski son apellidos judíos, pero la referencia más obvia es que el verdadero apellido de Trotski era Bronstein.
- La persecución al trotskismo en la Unión Soviética inspira los Dos Minutos de Odio en la novela.
- El cambio de alianzas entre las superpotencias es una caricatura del Pacto Molotov-Ribbentrop, que alió a la Unión Soviética con la Alemania nazi, y la ruptura de este pacto por sorpresa con la Operación Barbarroja. A partir de dicho pacto y hasta la invasión nazi de la Unión Soviética en 1941, no se permitió ninguna crítica a Alemania en la prensa soviética y todas las referencias a líneas partidistas anteriores se detuvieron, incluso en la mayoría de los partidos comunistas no rusos que tendían a seguir la línea rusa. Orwell había criticado al Partido Comunista de Gran Bretaña por apoyar dicho pacto en sus ensayos para Betrayal of the Left (1941): «El pacto Hitler-Stalin de agosto de 1939 revirtió la política exterior declarada de la Unión Soviética. Fue demasiado para muchos de los compañeros de viaje como Gollancz (el editor en algún momento de Orwell) que habían puesto su fe en una estrategia de construcción de gobiernos del Frente Popular y un bloque de paz entre Rusia, Gran Bretaña y Francia».
- Winston Smith es un chiste histórico, ya que Winston, al escribirse la novela, era una alusión a Winston Churchill y Smith es el más común de los apellidos anglosajones.
- La Habitación 101 es una referencia al Despacho 101 que Orwell ocupó mientras trabajaba para la British Broadcasting Corporation durante la Segunda Guerra Mundial.
- Las confesiones de los “criminales mentales” Rutherford, Aaronson y Jones se basan en los juicios de la década de 1930 en la Unión Soviética, que incluyeron confesiones forzadas de los prominentes bolcheviques Nikolai Bukharin, Grigory Zinoviev y Lev Kamenev.
